Las luces de colores encandilaron mis ojos, las voces frente a nosotras y detrás no paraban de escucharse, la música al fondo era el éxtasis de la noche.
Sus identificaciones por favor - dice el hombre de gran tamaño, vemos como los chicos que están frente a nosotras se las enseñan y los deja pasar levantando el listón de entrada, los dos guardias que están a cada lado de la entrada visten de color morado usando lentes de color negro. un poco extravagante para ser de noche.
Al entrar nos damos cuenta que todo el antro está adornado con morado.
Al parecer el dueño tiene un fetiche con el morado - Dice Alexis con sarcasmo
O, simplemente es su color favorito - agrega Margot , miro a la barra y los bartenders visten de chaleco morado con una camisa color blanca.
Vamos por un trago - digo mientras halo de ambas chicas por los codos y nos dirigimos al bar.
Al llegar pedimos nuestras bebidas y nuestras risas se sofocan con la música del fondo. al terminarnos nuestros tragos me levanto y me coloco en medio de ambas
¡Vamos a bailar! - miro a las dos con una enorme sonrisa y entusiasmadas me siguen los pasos, al llegar a la pista suena nuestro grupo favorito TWO FEET con su canción BBY.
nuestra vestimenta no era la normal, sino que era más chica de lo usual, comenzamos a acercarnos entre nosotras a bailar tan sensual como la canción lo pide, su ritmo sobrepasa lo descente, dándonos la espalda bajamos y subimos lentamente mientras nuestras piernas se doblan y nuestros glúteos se acercan a la pelvis de la otra, yo estaba al final, por lo tanto solo seguía el ritmo de ellas, pero un tacto suave hace que me salga de mi trance, siento unas manos suaves recorrer mi pequeña cintura, mi rostro se hecha hacia atrás y me doy cuenta que es un chico, sus ojos negros hacen que me pierda en un abismo por un par de segundos, su perfume embriagador me deja con un orgasmo en mis vías nasales debe medir alrededor de 1.80 aproximadamente, porque mi vista siempre se dirigió hacia arriba. Se termina la canción y comienza Twisted, del mismo grupo, mis amigas se separan y nos convertimos solo él y yo en medio de la pista, siento como si nadie existiera, solo nosotros, la conexión fue extremadamente extraña, su sonrisa perfecta de lado que enamoraría a cualquiera pero a mi, me gustaban más sus manos, me doy la vuelta y quedamos frente a frente, vestía unos jeans de color caqui y una camisa negra, se veía tan sexi, todo estaba ajustado a su cuerpo, al parecer le pone empeño. Una de sus manos se posa en mi cintura mientras que la otra toma mi cuello; creo que el trago está haciendo efecto, mis brazos acarician su pecho sin dejar de mover con mis caderas y de un solo movimiento me hala hacia él, nuestra respiración se encuentra agitada y mi cuerpo no sabe cómo reaccionar, sus pupilas se ven dilatadas, creo que ha tomado algo ilegal, pero es solo una noche, no pienso hacerlo, solo quiero divertirme.
Bailamos al son de la música, es increíble como nuestros cuerpos se han sincronizado, es como si supiéramos a qué lado ir, sus manos me van guiando poco a poco hasta salirnos de la pista y terminamos en una zona privada; esta parte del antro no la había visto jamás, o será porque se necesita un acceso VIP, me doy cuenta que muestra un gafete al guardia y, sin soltarme de la mano, nos encaminamos a lo más profundo de la zona, un lugar oscuro con luz roja sin más, su manó y mía comenzaban a sudar, tenía miedo pero al mismo tiempo me gustaba esta parte, que alguien tomará las riendas de algo en algún momento de mi vida, llegamos al final del pasillo y hay una cortina de color negro, me da el paso y él detrás mío.
Su cuerpo es mucho más alto que el mío, me toma de las dos manos y me empuja de forma sensual y suave a la vez contra la pared, sus labios se encuentran con los míos y le correspondo aquel beso así duramos por algunos segundos y me suelta para cargarme con ambas manos y, yo accesible, coopero rodeando su cadera con mis piernas.
¿Quieres hacerlo? - su voz agitada y varonil hace que pierda la cabeza en segundos haciendo que mi voz no salga y solo mi cabeza conteste con un sí.
¿Tienes condón? - mi voz apenas y sale por la adrenalina, siento como me suelta por unos segundos y al seguir sus manos con mi vista veo que saca un condón de su pantalón.
Le ayudo con la cremallera y bajo su pantalón dejando su miembro erecto y húmedo, ¡por dios! que rico es su olor, se coloca el condón y sube mi vestido floreado para tener acceso a mis labios, su mano se posa en mi monte y con su dedo hace de lado mis bragas para introducirse antes de penetrarme, deje salir un quejido mientras besa mi cuello.
Hueles tan rico - su voz me descoloca.
No me hagas sufrir - yo imploro con desesperación
¡Claro que no!, es el juego antes de todo muñequita - y en ese momento siento como su dedo recorre mi clítoris con suavidad y mi humedad comienza a brotar con más abundancia, la música ahogaba a la perfección mis lamentos de satisfacción junto con los de él.
Cuando me siento al borde de la saciedad deja de jugar con sus manos y me carga con ella de nuevo, mis piernas recorren su cadera y me acomodo para darle paso a su miembro que sigue erecto.
No me sueltes, esto va a doler un poco querida - me advierte, pero a estas alturas es lo que yo más pedía, más mojada no podría estar, y en ese momento mi quejido se hace uno con el de él, suena tan excitante su voz ronca y excitada, me penetra una y otra vez mientras me sostiene con la misma pared mientras que mi cabello se mueve de arriba hacia abajo, mis manos se encuentran en su nuca y su boca se encuentra en mi cuello dejando pequeños, pero al mismo tiempo, avorazados mordiscos. Mis gemidos no dejan de salir, pero lo que más me mantenía al borde de la desesperación es que los de él sonaban tan... tan... embriagadores.
A lado de nosotros se encuentra un sillón que, de seguro, cuenta con más líquidos que el mismo bar, me recuesta en él para ser más fácil el acto, el que me folle es algo que no me arrepentiré en mi vida, maldito whisky, pero el sabroso momento por el que estoy pasando ahora no se compara con nada; su polla grande y húmeda ahora se convierte en parte de mi. Mi pelvis comienza a contraerse y siento como he llegado a la cima.
¡Oh, por Dios! - mis palabras salen al dejar salir mi fluido en aquel sillón
No soy dios, pero tú podrías ser una diosa - provoca que una sonrisa salga de mí.
Estamos tan metidos en esto que por un momento sentí una ligera conexión, pero debo entender que es momento de una sola noche, comienza a acelerar el ritmo, creo que esta a punto de llegar, pero me gira - sigues tú, me encanta como te mueves - mi cuerpo no se opone y mis caderas giran y giran, mis manos se apoyan por segundos en su pecho y sus manos me guían con leves movimientos y es ahí donde ambos dejamos salir el estrés acumulado. Mi cuerpo convulsiona y siento como su sabroso miembro palpita dentro de mí.
Salimos de la pequeña sala, yo por delante, me encuentro con mis amigas y seguimos disfrutando de la fiesta, definitivamente no me había atrevido a hacer algo como esto en toda mi vida, sexo casual es emocionante.
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Relatos Eróticos
De Todopequeñas historias que cambiarán tu forma de ver los deseos más impuros