"¿Qué es el infierno? Yo sostengo que es el sufrimiento de ser incapaz de amar"—.Fiodor Dostoievski
10 de Septiembre de 2022.
Narrador Onmiscente.
La tensión se siente en el aire.
Cada persona esta inmersa en la situación que se esta desarrollando, otros imaginando miles de escenarios y otros simplemente observando con cuidado las acciones de los protagonistas de este juicio.
Con la cabeza en alto, y una sonrisa macabra, Jasha, junto con dos policías a sus espaldas sosteniendo las esposas que repican con cada paso, entra captando la atención de todos al entrar. Con un traje negro hecho a la medida, impecable y con arrogancia en cada paso que da, como si el no fuera la persona que seria sentada en el estrado y minutos después se le acusarían de innumerables cargos.
Una mirada venenosa y llena de odio, no podía despegarse de la persona que entraba, como si el mundo le perteneciera, como si todos los pecados que cargaba encima fueran tan fáciles de debajo de un diluvio.
No podía, ni siquiera podía encontrar una sola razón para evitar que lo tomara de esa impecable y costosa chaqueta, y golpearle el rostro hasta que esa repugnante sonrisa se manchara con sangre y se desvaneciera.
El podía sentir la mirada, la mirada cargada de odio y intensiones asesinas que le clavaba en la espalda. Su sonrisa se volvió mas grande, por que mientras esa persona lo mirara con odio no se podrían borrar sus acciones, las acciones que mancharon un lienzo en blanco con colores oscuros y tétricos, que serian imposibles de borrar.
Su recompensa, era el saber que viviría y jamás desaparecería de su corazón, alma y cuerpo.
Y que cada vez que se mirara al espejo, su imagen seria una maldición que la perseguiría a ella y a las personas de su alrededor.
Una huella que jamás borrarían.
Incluso para esa persona que lo miraba con intensiones asesinas seria un deseo que jamás podría cumpliría.
Las voces, las quejas, las opiniones eran incluso una canción de cuna que adormecía sus sentidos, pero ella aún no llegaba. Aún no estaba ahí.
Aún.
Le sonrió con complicidad a la persona que menos pensaba seria una pieza en su juego de ajedrez, la mirada temerosa y el rostro pálido eran una delicia para el, que se deleitaba con el temor que desprendía, aunque era una victima al principio del juego, se convirtió en un cómplice que le había agregado mas diversión al juego.
—Un placer, señorita Sokolova — murmuro con galantería, al pasar a su lado—. Encontrarla siempre es una alegría.—Intento acercarse pero el policía jalo las esposas con fuerza, devolviéndolo a su posición.
—Sigue adelante, imbécil—. Le gruño el funcionario, obteniendo una sonrisa ladeada de él.
La mujer que respondía por Sokolova, solo podía ver con tez pálida al hombre que era un verdadero demonio alejarse, siendo arrastrados por los policías y despidiéndose brevemente con una sonrisa macabra.
Que indiscutiblemente al principio de todo, la confundió con la sonrisa de un demonio, invitándote entrar al infierno, pero que esta vez ya era demasiado tarde para echarse hacia atrás, por que en verdad había entrado directamente a un infierno.
Giro su rostro mirando al hombre que no despegaba su mirada del demonio con traje, con esperanza brillando en sus ojos, pero esa persona ni siquiera le dio una segunda mirada, así como sus ojos la miraron por segundos fue como si ya no fuera nada para él, un simple fantasma, que solo podía mirar con odio.
Una lagrima solitaria corrió por su mejilla, y el arrepentimiento se volvió mas fuerte en su pecho. Pero, ya era tarde, sus manos estaban manchadas de sangre.
Ahora, simplemente podían esperar que los últimos personajes llegaran al escenario y la partida final empezara.
El juez hace sonar el martillo, todos guardan silencio.
—Se declara abierta la sesión —anuncio el juez—. Los acusados pónganse en pie. Primeramente el señor Jasha Petrov o mejor conocido como el señor M—. Mira al hombre a su lado—. Señor secretario, por favor lea los escritos de acusación y defensa.
—Señor Jasha Sergey Petrov —el preso obedece —, se le acusa de tres cargos de violación de primer grado, homicidio en primer grado e intento de homicidio en segundo grado. Se le informa de su derecho a no declarar sobre si mismo y a no confesarse culpable. Si va usted a declarar responderá las preguntas del Ministerio Fiscal.
El fiscal adopta su papel e inicia el primer debate entre acusado y defensa. Momentos de tensión, donde los poderosos tienen sus cartas bajo la manga.
Empieza el interrogatorio se ponen las pruebas sobre la mesa, el lobo espera pacientemente para ver si esta vez lo logran lo que han intentado por más de 10 años.
El lobo no tiene abogado, solo tiene depredadores que se sostendrán con fuerza a la más mínima grieta.
Disputas, peleas y enfrentamientos. Esto ya no es un juicio, es una guerra de poder e intereses propios.
Donde los corazones débiles no tienen espacio en una batalla donde el más fuerte será el vencedor.
El fiscal se vuelve hacia el público y clava los ojos en la entrada principal.
—La defensa llama a testificar a Lucy Skriver.
Y la sala, que en su momento se había silenciado, se convirtió una vez más en un caos. Todo el mundo se salio de control, los gritos se volvieron incontrolables. Y el lobo reacciono.
—¡Señor Jasha debe permanecer en su sitio! —.Le exigió el juez.
Los policías a sus espaldas se acercaron, pero el solo tenia ojos para la mujer que entraba.
Ignorando su alrededor se inclina y realiza una casta reverencia.
—Moya Korovela .—La llama con una sonrisa macabra
Dándole la bienvenida a la reina del tablero.
•••
¿Que les parecio el primer capitulo?
Aquí nuestros protagonistas.


Espero sus opiniones y su estrellita.
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El Deber De Amar ©
DragosteLa responsabilidad de hacer lo que es considerado correcto, nos ciega. Nos envuelve, nos transforma, nos cambia. El amor nos puede volver el peor de los villanos, el más detestable de los miserables o el mejor de los héroes. El deber y la razón, nun...