Capítulo 22-Dolores y pequeño caliente

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Seokjin

Un dolor muy fuerte en el estómago me despertó.

—Jungkook —susurré sin aire.

No hubo respuesta.

—Jungkook —extendí mi mano con un dolor insoportable.

—Ya duerme amor —dijo algo dormido.

—Jungkook me..me —gemi de dolor.

Jungkook se sentó en la cama como si de un resorte se tratara.

—¡¿Que te pasa amor?! —me tomó de las mejillas.

Miró hacia donde mis manos apretaban, mi estómago.

—¡Mamá! —gritó.

—¿Hijo, que pasa? —Hye-jin apareció enseguida asustada, al verme se sentó a mi lado ya acarició mi cabello.

—Llama a Hwasa que venga rápido porfavor —asintió y salió hacia abajo.

—Jin respira —tomó mi mano.

—Nuestro cachorro... —volví a gemir de dolor con lágrimas en mis ojos.

Moriría si le pasaba algo a mi bebé.

Sunyoul entró al cuarto y me decía que respire y esté tranquilo pero el dolor me estaba matando.

—¡Aqui estoy! —Hwasa entró corriendo con un pequeño maletín —Cuentame que sientes Seokjin.

—Me..Me duele mucho el estómago, como un ardor muy fuerte... No quiero que le pase nada a mi cachorro —comenzé a sollozar asustado.

—Sh, sh, cálmate o le haras mal a tu bebé. Necesito que te rescuestes así puedo escuchar al cachorro —asentí y con ayuda de Jungkook me acosté.

—Van a estar bien —Jungkook besó mi mejilla preocupado.

Hwasa puso algo en mi estómago para escuchar a mi cachorro.

—Uy parece que se está moviendo —sonrió —No es nada malo solo que al estar creciendo te duele, te daré algo para que tomes diariamente y debes descansar mucho —asentí y sentí como pinchó mi brazo, al poco rato ya no tenía el dolor.

—Gracias —susurré sudoroso.

—No tienes nada que agradecerme —Hwasa acarició mi mejilla y se fue.

Todos volvieron a dormir menos Jungkook que aún se encontraba junto a mi observándome mientras acariciaba mi vientre.

—Que susto me diste Jin, tu y nuestro cachorro —me abrazó —Moriría si les pasará algo —acaricié su cabello.

—Estamos bien fue sólo algo de le embarazo no hay de que preocuparse —me corrí hacia un lado para que entrara en la cama.

Se acostó con su rostro frente al mío y su mano derecha en mi vientre acariciándolo con delicadeza.

—Te prometo que seré muy buen padre y cada vez que quiera algo lo va a tener, nunca le va a faltar nada y... —decía con un brillo en sus ojos.

—Calma papá gallina, no va a ser un caprichoso ni va a conseguir todo en bandeja de oro el tiene que aprender —sonreí acariciando su cabello.

—...y le voy a enseñar a defenderse y vamos a jugar al fútbol pero si es una nena, nuestra princesa le voy a comprar muchos vestidos y vamos a jugar al té —terminó sin prestarme atención.

Reí al ver lo emocionado que estaba y eso me hacía más feliz.

—Vamos a dormir papá —asintió con cara de bobo y se recostó en mi hombro con su mano en mi vientre.

My black wolf || KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora