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Los minutos pasaban un alfa de ojos amatistas se encontraba conduciendo con rumbo a el lugar al cual llamaba hogar; y también el lugar donde volvía todos los días a descansar

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Los minutos pasaban un alfa de ojos amatistas se encontraba conduciendo con rumbo a el lugar al cual llamaba hogar; y también el lugar donde volvía todos los días a descansar.

Un silencio sepulcral se había formado dentro del auto, sobretodo por la incomodidad del alfa y la incertidumbre y miedo del omega, el silencio se rompió gracias a la grave voz del alfa.

•— Te llamas Alex ¿No es así? —• pregunto esperando la respuesta del omega de cabellera oscura.

•— Si, y usted es el Señor Samuel ¿No es así? —• afirmó y luego pregunto el omega.

•— Exacto, aunque con solo Samuel está bien —• dijo el alfa.

Los minutos pasaban el silencio había regresado otra vez, pero de nuevo fue roto por el alfa quien para dejar aquel  silencio habló o más bien hizo una pregunta.

•— ¿Que es lo que más  te gusta? —• preguntó el alfa esperando pacientemente la respuesta del contrario. El silencio volvió, y ante la nula respuesta del contrario quitó  unos segundos su mirada del camino para postrar la en su acompañante; dándose cuenta de que sus ojos estaban totalmente cerrados y su respiración era tranquila y pacífica, se había quedado dormido profundamente, después de observarlo unos segundos más su mirada amatista volvió al camino.

 El silencio volvió, y ante la nula respuesta del contrario quitó  unos segundos su mirada del camino para postrar la en su acompañante; dándose cuenta de que sus ojos estaban totalmente cerrados y su respiración era tranquila y pacífica, se había...

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Después de un rato el auto llegó a la casa del alfa quien al ver que el omega seguía dormido profundamente no le quedó más remedio a tener que cargarlo ya que aunque era más fácil solamente despertarlo realmente no le parecía correcto después de todo lo que tuvo que pasar en el día.

Primeramente bajo la maleta del omega y luego se dirigió hacia la puerta del carro donde estaría el; atreves del vidrio del auto lo observó, se veía tan pacífico, su pecho subía y bajaba con tranquilidad; se veía tan angelical, después de unos segundos reacciono y dejo sus pensamientos aun lado y abrió con cuidado de no hacer ruido la puerta viéndolo más de cerca; de nuevo esos pensamientos resonaron en su cabeza volvió a dejarlos de lado y cargo con delicadeza el cuerpo del pelinegro dándose cuenta de que realmente no era pesado; era muy ligero en realidad, empezó a ver con más detenidamente su cara, su piel era de un color dorado; no era ni muy blanca ni muy oscura, era de un color perfecto, tenía unas cejas delgadas pero definidas eran muy bonitas y delicadas, sus ojos eran occidentales pero tenían un toque oriental; sus ojos también tenían el doble párpado y unas pestañas oscuras, largas y rizadas, una nariz respingada y unos labios rosados; su labio inferior era más grueso que el superior pero no eso no era un impedimento para ver qué tenía unos labios perfectos, y ahora que lo recordaba el omega tenía unos ojos negros profundos y encantadores.

Termino de ver la cara del omega y camino hasta la puerta de su casa llevándolo a su habitación correspondiente dejandolo sobre las suaves sábanas delicadamente; de una forma en que parecía que el pelinegro en algún momento se rompería en pedazos como si de porcelana se tratase. Después de hacer eso bajo por las escaleras encontrándose con Elena, su mucama ella era como su familia, al verlo solo se acercó a él y lo obligó a sentarse en unas de las sillas de la barra que se encontraba en la cocina.

•— Vegetta cariño, ¿Quien era el muchachito que llevabas a unas de las habitaciones de la casa?, no me digas que es tu... —• primero su voz sonó dudosa pero luego repentinamente cambio a una emoción desbordante, pero antes de terminar el oji amatista la interrumpió para aclarar el asunto y la suposición de la beta mayor.

•— No, no es mi Omega —• dijo con rapidez y un toque de nerviosismo el cuál lo cubrió con un tono de dureza y frialdad, hace años que no salía con alguien más en concreto desde la preparatoria; había salido con la hija de unos de los empresarios más grandes de Estados Unidos ya que en la preparatoria y universidad a la que había asistió fue una en Estados  Unidos; cómo siempre fue un exelente estudiante desde la primaria hasta la universidad se ganó una beca para hacer haya la preparatoria y la universidad y al ver que era todo pagado solamente acepto y ahí estuvo desde los 15 años casi 16 años hasta los 23 años, había estado ahí 8 años de su vida, hace más de 10 años había pasado eso ahora tenía 33 años y todo era diferente, el engaño de la omega a la que amaba lo dejo lastimado pero con el tiempo solo la olvidó ahora solo era un recuerdo vacío.

•— ¡oh! Ya veo perdón por la confusión —• la beta se sintió apenada.

•— No te preocupes era entendible —• el alfa respondió cortésmente a la beta.

•— pero entonces ¿Quien es? —• realmente tenía curiosidad tal vez sino conociera al alfa desde que tenía 6 años se hubiese guardado la duda y quedado con la duda.

•— Bueno recuerdas a el hijo de los Maldonado —• empezó a relatar el de mirada amatista, y al recibir la respuesta de la beta que fue un simple asentimiento de cabeza continuo •— y que también la empresa Maldonado había quedado en bancarrota hace unos años —• otra vez había recibido el asentamiento de la beta pero está vez acompañado de un pequeño sonido de afirmación •— bueno el me ofreció una parte de las acciones de su empresa y a su hijo —• la cara de la beta se torno una sorpresa más que evidente para luego cambiar a una de horror y para otra vez cambiar a una de enojo finalmente.

•— ¡¿cómo se atrevió a hacer tal atrocidad!? —• se sentía realmente furiosa como había sido capaz de vender a su único hijo para salvar un pobre empresa que ya ni siquiera funcionaba.

•— Elena por favor cálmate y baja la voz —• la voz del alfa la saco de su enojo solo suspiro y pregunto por último.

•— ¿Y usted por qué acepto? —• ya se había calmado pero ocupaba la respuesta del alfa.

•— bueno si fue capaz de venderme lo a mi a quien más hubiese sido capaz de hacerlo y yo sinceramente no tengo la más mínimas intensión es de hacerle algo pero ese es mi caso quien sabe el de otro —• aunque quisiese jugar al héroe que salvaba a las personas de la oscuridad como los niños pequeños no podía hacerlo y tampoco era que quisiese; solo que algo le había dicho que aceptará tal vez solo su lado bondadoso o una corazonada pero sin ahora importar la razón ya había aceptado al omega, se encontraba en su casa y ya había pagado por el, era un hecho, por más cruel que sonase era y va a ser un doloroso recuerdo del omega pero ahora una nueva vida le esperaba y tal vez por fin encontraste el amor que tanto había soñado de pequeño.

•— bueno si fue capaz de venderme lo a mi a quien más hubiese sido capaz de hacerlo y yo sinceramente no tengo la más mínimas intensión es de hacerle algo pero ese es mi caso quien sabe el de otro —• aunque quisiese jugar al héroe que salvaba a la...

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》 ¡Hola!, espero les haya gustado el capítulo 1 y se las hayan pasado bien leyendo esta historia
》 Alguna crítica constructiva me la pueden decir para así mejorar
》 También muchas gracias por su apoyo y también les agradezco a todos por leer y votar por mi historia pero déjenme decirles que esto es solo el comienzo

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