Los amigos no se besan

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Parte VII

   A veces la realidad cruel cae sobre nosotros, como una espada cortando la carne, destruyendo los sueños e ilusiones que albergamos dentro de nuestros corazones. Aunque esperemos que la suerte nos sonría muchas veces y en su mayoría lo que queremos no se hace realidad o ocurre de una forma muy diferente a como quisiéramos. Si pudiera regresar el tiempo atrás ¿Qué haría diferente?.

   ¿No conocerte? ¿No hablarte? ¿No ir a la misma universidad? ¿No regresar a Tailandia? ¿Renunciar a mi sueño de ser actor y por lo tanto no audicionar para kinnporsche?.. o simplemente ¿No abrir la puerta hoy?.

    Siento que eso sería imposible, desde que te conocí no hay forma de alejarnos, es como si el destino cruel quisiera unirnos en diferentes momentos de nuestras vidas, como si estuviéramos atados por una cuerda que tira de nosotros cuando nos alejamos mucho. Tal vez tú eres para mí y yo soy para ti.

  Así como la espuma del mar que viene y va con la marea, llegas con el tiempo y desapareces dejando en mi las marcas de tu existencia. Cada momento, cada día, cada hora, cada exquisito segundo solo siendo tu a mi lado me ha dejado marcado. Tu eres lo más hermoso y triste que ha llegado a mi vida, solo tú puedes hacerme tan feliz y desgraciado en un segundo.

   La realidad es que eres todo para mí. si, no amarte fuera la cura para todos mis sufrimientos internos entonces desde hace mucho tiempo no existiera este sentimiento que aplasta mi corazón cuando no te tengo a mi lado.

  Las palabras que has manifestado hoy frente a mí, incluso si las he esperado durante tanto tiempo solo sirvieron para hacerme ver una cruel realidad y probar un trago amargo. Tu amor es más doloroso que dulce, si tus celos son la única razón para confesarte ¿cómo pretendías que fuera feliz? ¿No sé supone que si amas a alguien eres feliz si esa persona es feliz? Sin embargo;  ¿qué ocurre contigo? ¿Si no estoy a tu lado entonces no puedo ser feliz al lado de alguien más? ¿Solo tú tienes ese privilegio? Cuán egoísta eres Mile.

    El amor es bueno cegando a los enamorados; creía ciegamente que eras perfecto, quizás ese fue mi error. Nadie es perfecto, incluso los seres más hermosos son como una rosa con tantas espinas, y amarlos nos lastima.

    Sé que te marchaste hace al menos unas horas, pero yo sigo aquí de pie en el mismo lugar donde te despedí y sin embargo, mis lágrimas no dejaron de correr por mis mejillas. ¿Cómo el amor puede doler tanto? O ¿no es amor lo que sentimos?. Miro alrededor y veo que sigue lloviendo, ¿Acaso elegiste el peor día para confesarte? ¿No viste como caía la lluvia, cruel augurio de lo que nos ocurriría?.

    Me dirijo al sillón y me dejó caer en él - P'Mile eres tan cruel -un susurro en esta casa tan solitaria, desde hoy debería alejarme de tí, aunque me duela tanto, no puedo seguir apostando mi corazón a esta causa.

    Las gotas de lluvia golpean el vidrio de las ventanas, la casa está completamente a oscuras y yo… yo solo sigo aquí, con las manos tapando mi rostro y mi corazón roto. ¿Cómo puedo detener las lágrimas que caen sin parar? Pensé que tú comprendias el sentimiento de no ser aceptado pero era mentira, tus prejuicios y temores te arrimaron a buscar a alguien más en vez de a mí. Negaste algo que tú corazón te pedía y me rompiste a mi en el camino.

     Te he amado desde hace tanto tiempo, viví feliz de las migajas que podía tomar, de las pequeñas caricias que me regalabas; esos pequeños detalles me hacían tan feliz. No pretendí pedir más que eso, pues yo era tu amigo y tú eras mi todo.

     Entonces un día llegaste con una chica linda a tu lado y comprendí cuánto dolor puede causar un amor no correspondido, ella era tan linda, educada y de tu estatus social ¿como podría yo compararme con ella?. Fingir que no quería llorar ahí mismo fue muy difícil pero te felicité y les deseé lo mejor; esa fue la primera vez que lloré escondido en un camerino. Que ironía pensar que tú también me amabas en ese tiempo, que ironía que no arriesgaras nada mientras yo me rompía poco a poco.

    Tal vez sea mi culpa haber guardado una pequeña esperanza de que podíamos ser más. Tonto niño enamorado jugaste todas tus cartas sin pensar en lo que estabas apostando, y perdiste con ellas algo muy importante, tu frágil corazón. El ganador se lo llevó todo y sin consideración rompió tu corazón que llevaba tiempo exhibido ante él. 

     Quizás mañana sea un mejor día y pueda afrontar la triste realidad de la que hoy me di cuenta. Yo no fui nunca tu primera opción.

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