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El 30 de septiembre nos llega la voz de que la Unión Soviética sigue avanzando, y de forma rápida; es tan difícil poder dormir sabiendo que la URSS se acerca cada vez más a nuestra base.
Le han estado llegando cartas anónimas al Tercer Reich, claramente de los informantes infiltrados... ¿Qué dirán? no nos cuenta sobre algunas cartas, deberán de ser bastante importantes.
Agarro mi libreta y comienzo a escribir con angustia lo que ocurre como todos los días en la base. Me siento patético con mi actitud, me gustaría ser como mis aliados, estar firme y con ideales claros... ¡De qué estoy hablando! es muy normal estar como yo en esta situación, al menos estoy consciente de que en algún momento acabaremos bajo suelo, cosa que los demás no lo comprenden.

Estoy tan angustiado que me cuesta mucho pensar en qué hacer, vivo con ansiedad... Realmente quiero que esto termine, sé que me quejo demasiado, y lo siento, pero esto es un infierno frío, no hay nada tranquilizante últimamente..., quiero salir y ver el cielo, trato de recordar constantemente en que día es para no perder la cordura, pero creo que estoy cerca de perderla. Recuerdo cuando salía allá afuera y me sentaba en una banqueta a observar a mi alrededor, tranquilo; tengo recuerdos bonitos que me tranquilizan en momento como estos.
Mientras pensaba en todo esto, un ruido me hizo levantar la cabeza de la hoja, era la puerta que estaba siendo golpeada despacio. Me levanto y me acerco a ésta, girando el picaporte para poder encontrarme con el japonés nuevamente. Lo observé por unos pocos segundos para preguntar qué sucedía, y a qué se debía su llegada a mi oficina; él solo agregó que quería hablar conmigo.
Lo observé sorprendido. ¿Hablar? ¿conmigo? debe de ser bastante importante, conforme a que no solicitó una reunión en la cual participe nuestro superior alemán.
Me hice a un lado para que pueda pasar a la oficina, y cerrar la puerta.

━¿Sucedió algo? ━ hablé mientras cerraba la puerta y me volteaba a mirarlo extrañado. Se notaba sereno, no traía su katana consigo.

El japonés observaba a su alrededor como siempre, se dirigió a uno de los estantes en donde habían unos cuantos libros y plumas decorativas.
Bajó su miraba y se dedicó a mirar una de las fotos con marco que tenía de un árbol. La sujetó y la observaba en silenció, bastante incómodo en mi entorno. Pude suponer que le llamó la atención aquella foto, y lo puedo llegar a comprender francamente. Sin quitar la vista de aquella foto, preguntó:

━¿Te gustan los cerezos?━ habló de sosegada forma.

Estaba tan confundido. Lo observé extrañado mientras seguía mirando la foto de aquel árbol rosado. Me acerque no más que un paso para tratar de contestarle sin cometer algún error.

━Sí, son bastante lindos a decir verdad...━ respondí sinceramente mirando también la foto que estaba en las manos del Sol Naciente.

Se volvió a quedar en silencio por un rato, lo observé para tratar de ver si hacía una expresión facial y así saber que le ocurría, pero estaba igual de serio que siempre... ¿Oh? ¿eso... es una pequeña sonrisa? ¿ESTÁ SONRIENDO?
Me he quedado paralizado sin dejar de mirarlo, esa sonrisa era demasiado diferente, no era aterradora, ¿le ha gustado el comentario que hice?
Noté que dejaba la foto en su lugar mientras su sonrisa se desvanecía de forma lenta y así mirarme directamente a los ojos, trague saliva y desperté de mi leve trance debido a su pequeña sonrisa.

━Es por los infiltrados del primer grupo. Han encontrado a los soldados asesinados en los bosques de Finlandia, no se han efectuado rastros de balas en su cuerpo, solo veneno. Claramente al paso soviético. ━ informó siendo lo más directo posible. ━ Third Reich me pidió informarte y advertirte sobre este ataque, y es que la Unión Soviética está a paso rápido.

Me quedé perplejo al oir las primeras oraciones. No me esperaba esa información tan repentinamente. No puedo creer que hayan descubierto a los soldados en tan poco tiempo de estar infiltrados entre los soviéticos... Eso significa que ya saben de nuestro plan de encubiertos, y estarán el doble de atentos a nuestros pasos... ¡Maldita sea! ¡¿por qué ese alemán no actúa con rapidez?!
Mi mirada se encontraba vacía tratando de llegar a comprender en cómo lo supieron, que paso en falso dieron esos soldados para ser descubiertos...

◜֢Un jardín de Claveles.¦Imperio Japonés × Italia FascistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora