Se colocó su chamara que dejaba en evidencia que pertenecía al Edén, con el símbolo representativo en un costado. Guardó los cacahuates que el segundo le había regalado, con la intención de comerlos entre clases cuando se estuviera durmiendo.
Era una técnica que había desarrollado en su tiempo dela escuela, un poco de comida siempre lograba despertarla y mantenerla atenta. O bueno, lo suficiente para aparentar que estaba prestando atención.
Una vez que salió de su cuarto contempló a su padre en la mesa, que había desviado su mirada del periódico y le había dedicado una mirada suficiente significativa, tanto que ella no necesitó leerla la mente para saber qué era lo que quería decirle. Se sentó enfrente de él a comer el desayuno que estaba en la mesa, eran Hot-cakes, los devoró al escuchar su estómago rugir por algo de comida.
―Anya...
―Ya lo sé.
― ¿Qué es lo que sabes?
Ella se llevó un gran bocado a la boca y masticó lentamente, sintió como se le atoraba en la garganta y dio un largo trago de leche para pasar el pan que se negaba a pasar.
―Que tengo que hablar con Damian Desmond.
Loid inclinó la cabeza con cierta duda, como si estuviera considerando algo. Pero al cabo de un rato, dejó a un lado su periódico, mientras proseguía a apoyar su mentón en una de sus manos.
―Estas en lo cierto, pero no quería decirte eso.
Anya bebió toda la leche con chocolate que tenía en su vaso y se limpió el bigote que se le había formado. Pensó que su madre se estaba demorando demasiado en baño, pero luego cayó en la cuenta que ese día Alain entraría a un prescolar, por lo que de seguro su demora era para poder arreglar al infante.
Si tan solo su madre no se hubiera retirado de ser una asesina, Anya sabría que esa era una excusa vacía para irse a una misión para erradicar a algún objetivo. Extrañaba tanto la adrenalina de la doble vida que antes tenían sus padres y como eran unos buenos mentirosos. Si ella no hubiera tenido su habilidad para leer mentes ni fuera tan perspicaz, la hubieran engañado con facilidad.
― ¿Entonces qué?
― ¿No dormiste bien? Te ves agotada.
Anya recordó en ese momento un par de años atrás como había pasado la peor noche de su vida. Ella era una chica que solía dormir profundamente, conciliar el sueño jamás había sido complicado. Sin embargo, en alguna de esas veces, había escuchado a sus padres en la noche, un sonido que la despertó, con su habilidad haciendo acto de presencia y arrepintiéndose al instante. No había visto nada visual, pero un solo pensamiento de su padre había bastado para traumatizarla durante toda la noche.
Sus padres estaban haciendo cosa de adultos, de las cuales una niña como ella no debería estar enterada. Al día siguiente sus padres aparecieron bastante animados y dirigiéndose miradas al otro lado de la mesa, acción que repugnó a Anya al entender a que se debía todo eso. Entendiendo que esas mismas acciones se habían repetido y ella inocentemente no se había ni percatado.
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Avenencia
FanfictionLa operación Strix se habia detenido por la desaparición de los Desmond. Hasta que Anya ve a Damián Desmond en la escuela y todo su mundo se volvio un caos. Esta historia está por completo dedicada a Leiviv♡