Baby

Capítulo IV: Baile

Declame: Los personajes aquí mencionados le pertenece a la genial reina del mundo magico: Rowling, yo simplemente uso solamente los nombres de sus personajes para escribir este fic, el cual espero sea de su agrado.

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Draco se encontraba semi recostado en su cama con un libro en mano, pero su mente no podía pasar más allá de la página en que se encontraba "leyendo". Aún tenía fresco el recuerdo de la bella tarde que había pasado con Hermione el día anterior.

Un suave golpeteo a su puerta, lo sacó de su pensamiento.

— Adelante —dijo, mientras cerraba el libro y lo apoyaba en la mesita de luz.

La figura menuda de Pansy apareció por el umbral. Llevaba levitando junto a ella una bandeja con una tetera y dos tazas. Pansy colocó la bandeja en la mesita, y acercó una taza de té a Draco, quien la aceptó gustoso.

— Te he notado algo "distraído" últimamente. Dime, ¿Qué o quién te tiene así, Draco?

Draco dió un sorbo y pensó si decirle o no a Pansy sobre sus sentimientos hacia Hermione. No sabía cómo podía llegar a reaccionar la morena, ya que conocía de los sentimientos que ella tenía por él.

Pansy lo miró un rato largo, como analizando sus pensamientos. Dejó su taza sobre la bandeja, antes de tomar las manos de Draco entre las de ella.

— Draco, sé que estás en las nubes, y que la única que pudiera ser la responsable de tenerte así es Hermione Granger. Y no me mires con esa cara —dijo al ver que el rubio la miraba con ojos de asombro—. Lo sé. Me di cuenta hace tiempo atrás y aunque los pocos que te conocemos dirían que es desde que se llevó a cabo la competencia de los Tres Magos, puedo apostar toda mi fortuna que este amor viene desde el momento que ella en el expreso de Hogwarts vino a preguntarnos por la rana de Longbottom.

Decir que se había quedado sin palabras era poco. No podía negar que a su mejor amiga nada se le escapaba de sus manos.

— Me imagino que la has invitado al baile de bienvenida de la escuela —vio como Draco asentía—. Dime que dijo que si, por que si no te juro por la ropa más fina que tengo en mi armario que conocerá a la verdadera Pansy Parkison, hija de...

— Hey, tranquila, que me dijo que sí —le contestó antes de que la pelinegra empezara con su amenaza, la cual podía jurar que se la conocía de la A a la Z.

Draco tuvo que soportar por las próximas dos horas a una eufórica Pansy dando saltos por toda su habitación, dándole consejos de como conquistarla y que debía ponerse. Se dejó hacer por ella, con tal de que fuera feliz, aunque creía saber que por dentro su amiga debería estar sufriendo porque sus sentimientos no fueron correspondidos.

Torre de Gryffindor

Hermione se miró en el espejo. Llevaba puesto un vestido bastante primaveral y casual, con un cinto amarillo que le resaltaba la cintura, el pelo totalmente suelto, con los rizos bien definidos. Ginny la había maquillado sutilmente, resaltando sus ojos. Miro a través del espejo como Ginny terminaba de abrochar el collar a Luna que tenía un vestido azul eléctrico ajustado hasta las rodillas, unos zapatos de tacón y el pelo suelto, lleno de ondas. Mientras que Ginny tenía un vestido parecido al de Hermione en color negro. La pelirroja había optado por recogerse la cabellera, que le permitía lucir unos largos pendientes negros.

— ¿Nos Vamos? —preguntó Ginny.

— Sí —dijo Hermione mientras tomaba su bolso.

No quedaba casi ningún estudiante en su sala común. Solo los chicos de primero y segundo años, a quienes ese tipo de fiestas no se les estaba permitido asistir. Al acercarse al retrato de la dama gorda, pudo escuchar las voces de unos hombres discutiendo sobre quién sabe qué cosa.