Prólogo

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Nacemos para vivir, y vivimos para morir.

Los seres humanos tendemos a tener emociones que nos pueden llevar a tener un final trágico, así como cuando aquella chica triste al que su novio abandonó y por venganza decide matarlo, como cuando nuestro enojo hacia alguien puede hacer que lo torturemos hasta que suplique por su vida, como las leyes de Newton, cada acción tiene una reacción y ¿qué creen que pasa con esas personas que comenten crímenes basados en lo que sentían? Sí, son llevadas a la cárcel, psiquiátricos, asilos entre otros, como consecuencia de lo que hicieron.

Solía pensar que todo estaría bien, hasta que la verdad salió a la luz y dejé no tan solo de ser una chica con un padre rico sino a ser a la que todos miraban con desprecio y pánico, pero así como yo caí él y todos lo que se encontraban apoyándonos, esos cómplices también lo hicieron, y por ello debo darle crédito. Antes que nada, necesitan entender como mi vida tuvo un final y tan solo con tres palabras.

--Hola, soy Wells—Sonrío.

--Mucho gusto, Helem—Le respondí

Ahora les contaré como cavé mi propia tumba y lo más importante como todo se basó en nuestras emociones.


Más allá de lo que vemosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora