𝐋𝐚 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞ñ𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐢ó | ᶜʰᵒⁿⁱ

Capítulo 2

Pov Cheryl

Me sentía sumamente mal, mi mejor amiga se había ido junto a su marido, y habían dejado a la pequeña Mack sin su familia, cuando me avisaron estaba haciendo dormir a la pequeña, y como me sentía tan mal decidí esperar a que llegara Toni porque sabía que ella iba a tomar las riendas en todo esto, ella es más fuerte que yo y menos mal que estaba ahí.

Mientras me quedaba dormida o eso intentaba, me puse a pensar en cuando conocí a Toni, fue en el día de la boda de nuestros amigos. Cuando llegue al lado de Betty, quede estupefacta con la belleza de esta mujer, sus curvas, su cabello largo y liso, sus facciones, sus piernas largas y sobre todo sus ojos color avellana que me tenían hipnotizada, cuando besé su mejilla sentí una corriente recorrer por mi cuerpo, pero no la tome en cuenta.

Después de ese día nos veíamos seguido en la casa de los chicos y después de que nació nuestra ahijada fue más recurrente. Yo soy partidaria de que en el amor todo existe, pero nunca me imaginé que me iba a gustar una mujer, la verdad es que he estado enamorada de ella todo este tiempo, pero no he dicho ni hecho nada para que ella no lo note. Tengo miedo de que no le suceda lo mismo, aunque tengo algo a mi favor, le gustan las mujeres, ¿pero y si yo no le gusto? ¿Que haré con todo esto que siento?

Cuando nos acostamos en la cama, pusimos a Mack entre medio de nuestros cuerpos, me iba a quedar así tranquilamente, pero Toni se acurrucó más y puso su mano en mi cintura, en ese momento la chispita que había sentido el día del matrimonio volvió a ocurrir, así que puse mi mano encima de la de ella y decidí dormir hasta el otro día.

Cuando sentí que a mi lado se comenzaba a mover abrí mis ojos al instante, era Toni que tenía en sus brazos a la pequeña Mack. La bebé estaba tomando su leche, mientras miraba muy tranquila a la chica que la tenía en brazos, quien le devolvía la mirada con mucho cariño. Toni tocaba con su dedo, las mejillas, la nariz y la frente de la pequeña, estuvo, así como por diez minutos hasta lograr hacerla dormir.

En todo ese rato, yo solo las miraba maravillada, me encantaba cuando Toni era así, tan cariñosa, tan tranquila y protectora, se veían hermosas. Toni volvió a dejar a la pequeña en la cama cuando me vio.

‐Hola, quería dejarte dormir unos minutos más porque luego no será tan fácil -me dijo acostándose.

-No te preocupes, estoy bien, tenemos que ir a buscar a los familiares de los chicos -en ese momento cayó una lágrima por mi mejilla, en ese momento volví a sentir el dolor al igual que ayer. Toni al verme así, salió de la cama, dejó una almohada para que la bebé no cayera y se cruzó al otro lado, acostándose y abrazándome.

-Por favor, no llores, sé que te duele, a mí también, pero ¿sabes que pienso? Ellos están bien, están juntos, prefiero que hayan muerto juntos a que muriera uno, ellos eran inseparables si le hubiera sucedido algo a uno el otro se hubiera muerto de la tristeza, sé que dejaron a la bebé, pero para eso estamos aquí, tú y yo, vamos a estar para esa hermosa pequeña, tenemos que ser fuertes por ella, no la podemos dejar sola, debemos hacerlo -me miro y besó mi frente, yo ya había dejado de llorar, solo la abracé hasta que sonó la alarma que nos avisaba que deberíamos ir al aeropuerto a buscar a las familias.

Toni volvió a besar mi frente y se fue a bañar, luego de unos minutos salió vestida y fue mi turno. Vestimos a la bebé y nos fuimos al aeropuerto.

Cuando llegamos le tomé la mano a Toni, ella solo me miró y sonrió, esperamos alrededor de 20 minutos y llegaron. Los padres de Betty me abrazaron fuerte y los de Jughead a Toni, nos avisaron que los demás llegarían más tarde porque no había pasajes y nos fuimos directamente a la casa.

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