Capítulo 5

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Pov Cheryl

Todo estaba bastante bien, con Toni siempre estábamos de acuerdo en todo, teníamos tiempo para pasar entre las tres y así compartir.

Ahora estaba con Mack ya de 10 meses, en la cocina, estaba sentada en su sillita mientras yo preparaba su comida. De vez en cuando le hacia caras graciosas y ella reía a todo pulmón. Me encantaba verla tan sonriente, encantaba saber que aunque ya no estarían sus padres ahí estaría yo para protegerla junto con Toni. Esta pequeña se había vuelto la luz de mis ojos y no se que haría o que seria de mi vida sin ella.

-Bebé preciosa tienes hambre? -le dije dándole un beso en su frente mientras ella me abrazaba.

-Pues claro que tengo hambre -escuche de repente haciéndome saltar del susto- Lo siento no quería asustarte -me dijo Toni.

-No te preocupes, pero no lo hagas otra vez que harás que me de un ataque al corazón -le dije sonriendo algo sonrojada, ella se acerco a la pequeña y besó su mejilla y su frente, luego a mi me abrazó y besó mi frente igual que siempre, ya era costumbre.

-Planeaba invitarlas a comer el día de hoy pero como ya has cocinado, quieres que vayamos a cenar?

-Es una gran idea, así Mack sale más de casa -ordenamos la mesa y comimos hablando sobre lo que habíamos hecho en la semana. Parecíamos una pareja con toda esta rutina pero la verdad es que no lo éramos y eso me estaba empezando a doler mucho.

Cuando dieron las 8 nos vestimos y nos fuimos a cenar, nos reímos de todo lo que decíamos, cuando Mack hacia algo nosotras la felicitábamos o nos reíamos, conversamos de algunas cosas y al ver que la pequeña tenia sueño pagamos y nos fuimos.

Al llegar llevamos a Mack directamente a su habitación, bajamos a la sala pues aún era temprano y era viernes así que mañana no tendríamos que trabajar. Nos pusimos a ver películas de terror las odiaba, me dan bastante miedo aunque se que es mentira pero aún así me asusto, estaba sentada al lado de Toni y me la pase la mayoría del tiempo agarrada a su brazo.

En un momento de la película ya casi al final me asuste mucho y sin pensar puse mis manos en la pierna de Toni bastante cerca de su intimidad. Toni soltó un pequeño suspiro y me miro, no sabia exactamente lo que estaba haciendo pero comencé a mover mi mano por su pierna y a apretarla un poco. Toni volvió a suspirar pero esta vez se acerco a mi quedando su frente junto a la mía.

-Cher... -susurro, me miro a los ojos y pude ver la pasión que emitían.

-Hmh? -ni siquiera pude contestar porque sus ojos me tenían hipnotizada.

-Cheryl dios -solo me miro unos segundos más y junto nuestros labios, se sentía tan bien, tan cálidos y suaves que no quería separarme de ella, con el pasar de los minutos nos fuimos recostando en el sillón, ella encima de mi.

Sus besos dejaron mis labios y comenzaron a recorrer mi mejilla hasta mi mentón, luego bajo a mi cuello y dio leves mordiscos pasando luego su lengua, lo único que podía hacer era suspirar y dejar al descubierto pequeños gemidos producidos por la excitación que sentía en estos momentos.

Toni metió su mano por debajo de mi playera y comenzó a tocar mi estomago, yo hice lo mismo pero con la diferencia de que mis manos estaban en su espalda, subían y bajaban.

Quería hacer sentir a Toni lo que yo, así que baje más mis manos hasta llegar a su trasero y apretarlo, haciéndola gemir entre mis labios, su gemido hizo que mi centro palpitara y sintiera más deseo de ella.

Toni se levantó un poco y me quitó la playera, luego se quitó la suya y volvió a mis labios, se sentía tan bien estar entre sus brazos, sus labios eran tan suaves, me besaba con mucho cuidado y al tocarme con sus suaves manos me hacía estremecer.

Acariciaba cada parte de mi piel, besaba mis mejillas, mi cuello, mis hombros, mi pecho, mi estómago y yo ya me sentía desfallecer.

Cuando Toni me iba a quitar el brasier, la pequeña Mackenzie comenzó a llorar y nos hizo volver a la realidad. Toni y yo abrimos los ojos al mismo tiempo, nos miramos por algunos segundos y ella se quitó de encima de mi.

-Yo lo siento, me dejé llevar y no se que me paso -dijo ella algo avergonzada.

-No te preocupes, las dos nos dejamos llevar por el momento, voy a ver a la bebé -dije poniéndome la playera y corriendo por las escaleras hacia la habitación donde se encontraba Mack.




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Regrese, le hice unos pequeños cambios, espero que la disfruten

𝐋𝐚 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞ñ𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐢ó | ᶜʰᵒⁿⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora