scoop troop.

885 95 26
                                    

No era extraño ante el dolor, podía decirse incluso que estaba acostumbrado ante los constantes golpes de la vida, pero, ¿Esto? Esta seguro de que no estaba bien.

--- ¿Para quien trabajan?---

--- ¡Ya te lo dije, Scoops Ahoy!--- otro golpe, su visión se volvió algo borrosa ante el dolor que nubló su mente.
--- ¡Mentiras, más mentiras!--- ahora, el guardia no apunto a su rostro, si no a su estómago, lo cual lo hizo perder su oxígeno, segundos después, bilis salió de su garganta, cayendo al suelo con un asqueroso Splatch.

--- Podemos seguir con esto toda la noche.--- hablo el hombre de poco pelo, Steve le dirigió una mirada débil, tratando de recuperar su aliento. --- O,--- se acercó al chico, tomando un pañuelo y limpiando aquella sustancia amarillenta de su boca con delicadeza. --- puedes decirnos lo que sepas y esto se detiene, dime, ¿Qué decides?--- el hombre se separó unos pasos, mirándolo expectante.

Steve miró al individuo frente a él, sintiendo como su mirada se hacía cada vez oscura, signo de un inminente desmayo.

--- Te dije...--- murmuró con una voz temblorosa, gracias al dolor.
--- Que trabajo...--- su voz convirtiéndose cada vez más defensiva, endureciendo su mirada.

--- ¡Para Scoops Ahoy!---

El guardia se acercó una vez más a él, pero Steve solo lo miró con odio.

Tal vez fue en la forma en que demostró su enojo, o quizá en la manera que todo sucedió, pero estaba hecho.

La cabeza de ese hombre ya no era más que miles de pedazos esparcidos por aquella pequeña jaula.

Robin estaba segura de que esto no era lo que esperaba cuando entraron a este estúpido elevador ruso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Robin estaba segura de que esto no era lo que esperaba cuando entraron a este estúpido elevador ruso.

Y ahora que lo piensa, ¿Qué mierda esperaba? ¡No se supone que esto debería estar pasando en primer lugar, a la mierda el código secreto!

Así que aquí está, horas sentada en una habitación sin ventanas ni ruido, lo cual la estaba volviendo más loca de lo que estaba después de conocer a Steve.

--- ¡Holaaa! ¡¿Hay alguien ahí!? ¡Necesito agua, y un baño!--- gritó tratando de hacer molestar a quien sea que estuviera detrás de aquella pesada puerta. --- ¡Hey, no me ignoren! ¡¿Dónde está Steve!? ¡¿Saben que tengo padres en la policía!?--- era mentira pero podría servirle de algo.

Sin embargo, su única respuesta fue el silencio.

Y una alarma explotando sus tímpanos.

La luz de su habitación se volvió roja al instante, parpadeando una, y otra, y otra ve, le estaba causando un maldito ataque epiléptico.

--- ¡¿HOLA!?--- volvió a gritar, ahora más asustada que antes.

Podía escuchar varias voces fuera de dónde estaba, pero no podía distinguir que decían, o porque sonaban tan asustados, eso no era una buena señal.

The Kids Aren't Alright.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora