Ellie o como ahora es nombrada por los demás pasajeros en el tren, "Gatsby", pensaba que un viaje en una ciudad extranjera iba a ser lo mejor que le pudo haber pasado. Solamente que no contaba con que el tren estaba lleno de asesinos con un plan en...
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- estoy tan feliz de que hayas regresado a casa, hija. - me dice mi madre mientras me abraza con emoción, recién me muestro en la puerta de mi casa. - fueron demasiados días lejos de ti.
- ¿al menos tuviste unas buenas vacaciones? - me pregunta mi padre.
Y la verdad es que no tengo una respuesta honesta ante ello. Antes de todo este asunto en el tren bala, yo no estaba para nada disfrutando mi viaje. No conocí a nadie ni tampoco turisteé tanto como me hubiera encantado. La comida nunca fue de mi agrado y estaba incomoda la mayoría del tiempo. No fue hasta que conocí a Lemon y a Tangerine que mi viaje se hizo interesante. Por lo obvio, lo de la persecución masiva con varios asesinos y ladrones que querían un maletín en especifico. Claro que eso iba a ser interesante.
Pero no contaba con que iba a entregar mi corazón por completo a una persona que ni siquiera debía. Una persona que se dedica a matar personas por ordenes de otras personas y si me pongo a juzgar todo lo que no me gusta de el, no termino. Es arrogante, es molesto, es demasiado coqueto, mas de lo que puedo soportar. Tiene un temperamento incontrolable que cuando se enoja, suelta todo lo que quiere decir, aun y cuando eso puede herirme.
Pero lamentablemente conocí aunque sea un poco de ese gran corazón que tiene. Porque lo tiene, Tangerine... quiero decir... Henry. Henry tiene un gran corazón y es la persona mas linda cuando el lo desea. Le importo y trata de que yo siempre este bien y cuando no es así, se preocupa por mi lo suficiente para tener que estarme protegiendo lo mas que pueda.
No solo eso, sino que me gusta demasiado... creo que es el hombre mas guapo que mis ojos han visto. Desde el primer momento que lo vi entrar al expreso, captó mi atención. ¿Cómo no iba a ser así? Tiene unos ojos preciosos color azul que resaltan mas que el mar en la mañana. Su sonrisa, la cual podía ver muy pocas veces, era lo mas bonito que hay. Creo que hasta le daba mas importancia a eso ya que solo me sonreía a mi. Y sus besos pueden ser fácilmente mi mas grande perdición. Su tacto, su forma de mirarme, su forma de tomarme y hacerme sentir como si fuera la única mujer en este mundo.
Y si, es fabuloso y amaría volver a verlo pero se que esa no es una opción. No solo porque yo ahora mismo ya no quiero, sino que el tampoco. Y el no lo quiso desde un principio. Mientras yo me hacía la idea de lo que podría ser... de como podríamos ser una buena pareja y estar a gusto juntos; el desde un principio se negó a esa idea y me dejó muy en claro sus ideales.
El estaba a gusto con como nos llevábamos. Yo ayudándolo con su plan, besándonos si se podía y acompañarlo, claramente. Obviamente el iba a estar a gusto con ello.
Y ahora que mi padre me ha preguntado eso, no se realmente que contestarle.
- las mejores de todas. - dije fingiendo una sonrisa y aguantándome las ganas de llorar. - lo único malo fue um... mi nariz. - dije apuntando la. - me lesioné.
