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Red Room

Jungsu quería llorar, pero no podía, los chicos grandes le pegarian más si lo hacía

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Jungsu quería llorar, pero no podía, los chicos grandes le pegarian más si lo hacía.

¿Por qué me hacen esto? Se preguntaba el pequeño niño de apenas 11 años. Sus delgadas piernas no daban más, todo su cuerpo dolía intensamente debido a los golpes que recibió.

Lo llamaban su 'juguete'.

No podía decirle a mamá y papá que chicos grandes lo tocaban y lastimaban, no podía decirles que cuando estuvo en el hospital no fue por caerse de su bicicleta, si no porque ellos lo aventaron muy feo al suelo, no podía contarle a mamá que le decian cosas groseras a su oído. El pequeño no podía, mucho menos le contaría de esas veces en las que no supo porque los chicos grandes tocaban sus partes después de quitarle su uniforme y golpearlo más. Sentía mucha vergüenza.

Jungsu no lo entendía, ¿por qué le hacian esto a el?, ¿acaso era un pequeñito malo?, ¿acaso hizo algo mal?, ¿que sucedió para que pasa esto?, se lo merecía, eso pensaba sobre si mismo.

Jungsu se removía en la cama, despertando a Chris, a quien tenía a su lado, el mayor sabía lo que pasaba, así que decidió tomar el control y despertarlo.

Lo sacudió por el brazo, despacio, Jungsu se alteró al primer contacto y lo que hizo fue sentarse de golpe, asustado, fuera de su realidad, concentradose en esos momentos e ignorando a Chris.

—Jungsu, sal de allí –susurraba para calmarlo mientras tocaba su cabello—, soy yo, Channie, estás conmigo. No vallas a ese lugar, por favor.

Jungsu no respondía, pero serró sus ojos y dejo de moverse. A Chris le dolía ver a su amigo de esa forma, era como un hermanito para el, no importaba su gran diferencia de edad para que ambos pudieran entablar esa linda amistad, ambos se querían demasiado.

—Channie... –cuando reacciono, lo primero que Jungsu hizo fue abalanzarse hacia Chris, llorando, este lo recibió con cariño–, volví a soñar con lo mismo.

—Tranquilo, no lo pienses más –el menor lo escuchaba atentamente mientras descansaba su cabeza en el pecho del mayor-, eso ya pasó, no volveras a estar allí, nadie volverá a hacerte daño, no lo permitire.

No hubo respuesta de Jungsu, pero los dos estaban más tranquilos.

Tenían todo el fin de semana para ellos, así que los padres de Jungsu dejaron que fuera a cada de Chris, ellos dos estarían saliendo a diferentes lugares esos días, porque, a pesar de que ya habían pasado dos meses desde que Jungsu llegó a la cuidad, no había salido más allá del supermercado y la escuela ni una vez, así que le mostraría la ciudad un poco.

—Chan, ¿que hora es? –dejo de abrazarlo, y el mayor tomo su celular para mirar el pedido de Jungsu.

—Cuatro con tres, durmamos más.

—Si.

Volvieron a acomodarse, Jungsu estaba cansado, se quedó dormido de inmediato, Christopher cuidaba el sueño del menor y poco a poco durmió también.

—¡Jun han no seas tan cola, dame!

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—¡Jun han no seas tan cola, dame!

—Nel –dijo mientras metía otra galleta en su boca.

—¡Andale!

—Kio, ve y comparte unas tu –dijo dandole una.

—Si, como tengo una fuente de dinero –dijo acercando la galleta a su boca y sentandose en la cama, en la habitación de Jun Han, estaban todos sus amigos allí, Seungmin, Gunil, Gaon y Jooyeon para practicar un poco después, Kio estaba allí para grabarlos, aunque, no formaba parte del grupo ni nada.

—Amo a tu hermano, Jun Han –dijo Gaon—, es muy bello y dulce.

—Gracias –dijo Kio guiñándole un ojo.

Jooyeon, Gunil y Seungmin trataban de aguantar la risa, más por la cara de Jun Han.

—¡Largo de mi cuarto Kio!

El menor obedeció refutando, de igual manera, no tendria más cosas que hacer allí.

—¡No trates de ligarte a mi hermanito!

—Sabes que es broma, no es mi tipo. Además, no podría.

Todos rieron, platicaron sobre tonterías por un buen momento, eran felices, todos la pasaban bien, hasta que a Gunil se le ocurrió preguntar por alguien.

—El chico nuevo, el que se hace popular, toca el piano y canta bien, lo ví en la clase de música. Deberíamos invitarlo, ¿no creen?

Oh no, otra vez no, ese chico alteraba su mente. Sin necesidad de que digan su nombre, ya lo hace pensar en el.

Jooyeon no sabía que pasaba cuando lo mencionaban o cuando lo veía, era diferente, algo que no le gustaba sentir, algo que no sabe que es, pero algo que a la vez le gusta como es.

Se nubla en su mundo, ese chico tímido y con problemas para socializar en grupos grandes, se convirtió en su odiosa adicción.

Odiaba que se hiciera un principe en la escuela, odiaba que fuera amigo de Christopher, odiaba que estuviera en su camino, odiaba que no podía dejar de pensar en el durante todo el día.

Jooyeon está tan obsesionado con la atención de los demás, que se convirtió en un sentimiento extraño.
Ver a Jungsu sufriendo por lo que el ama, la da más rabia, pero, ha pensado, en que le gusta ver a Jungsu así, verlo pasarla mal le gusta.




PD: perdón, fue cortito.

Red Room | Jooyeon + Jungsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora