eleven years old - 1977

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Todos en aquel grado sabían que a los once iban a descubrir su segundo sexo.

Omegas, Alfas, Betas... Dominantes o no, serían uno de ellos.

Y Steve quería ser un alfa. Steve Harrington era el "príncipe" (cabe aclarar que no existía ningún "rey" o cargo mayor) de su pequeño salón de clases en la secundaria Hawkins.

Era más alto que la mayoría de sus compañeros, con un rostro bonito y una cabellera salvaje. Su personalidad, sin embargo, contrastaba; era bastante tímido y reservado. Él nunca iba de visita a otras casas ni salía a jugar a parques o arcades; era muy feliz con su madre, padre y perrito. Sus acogedoras cuatro paredes con grandes extensiones delanteras de jardín y una piscina trasera eran mucho para él, y realmente no se sentía cómodo en otro lugar... A excepción de la escuela, claro, porque allí estaba con sus amigos.

Steve también se ponía nervioso con mucha facilidad: sus notorios sonrojos comenzaban en su nariz para luego expandirse por sus mejillas hasta sus orejas, lo que, para muchos, lo hacían parecer extremadamente tierno.

Y, vamos, no le pasaba con cualquiera. Por supuesto que no. A él le pasaba sólo y exclusivamente con Edward Munson.

Edward (Eddie para los conocidos) Munson, era el contrario a Steve en la secundaria. Él era el friki. El bicho raro. Él era el pequeño niño de cortos rizos que amaba jugar calabozos y dragones. El chiquillo de pecas que no hacía más que tocar su guitarra eléctrica luego de hacer vagamente sus tareas. El chico del salon"3-A" que vivía en un trailer con su tío Wayne y que se volvía loco por la música Metal y Rock Pesado.

Pero, extrañamente, se llevaban bien.

Eddie tenía asumido que sería un Omega o un Beta. Pero no un Alfa. Él era de altura media, unos centímetros más bajo que Steve, con piernas y brazos delgados.

Harrington, por otro lado, era bien alto y hacía mucho ejercicio. Su joven abdomen ya comenzaba a marcarse y sus piernas y brazos no se quedaban atrás.

Y así, un día como cualquiera, estaban hablando sobre lo que harían en preparatoria.

– Crearé mi propio club de Calabozos y Dragones. Se llamará... – Eddie se puso en una posa pensativa – Hellfire Club – Terminó por decir.

– Y yo seré el primero en unirme, obvio – Respondió Steve.

– Ni siquiera sabes de qué se trata, tonto, ¿Cómo vas a jugar? – Le reprochó el más bajo.

– Aprenderé por ti, tonto – Steve golpeó suavemente el hombro de Eddie mientras su nariz y mejillas tomaban un leve tono rosa.

Oh, y también eran muy buenos amigos de Robin Buckley.

– ¿Cómo? Yo también me quiero unir, ricitos – Robin era una pequeña rubia de larga cabellera y muchas más pecas que Eddie. Sus ojos claros y radiante sonrisa la hacían tener a muchos niños (y niñas) detrás. Igual que su otra mejor amiga, Nancy Wheeler.

– ¿De qué hablan? – Nancy tenía rizos al igual que Eddie, solo que no se notaban demasiado. Sus ojos eran color café claro y siempre usaba suéteres a rayas. El que traía hoy, era de colores blanco, negro, rojo y amarillo. Una combinación rara para algunos, una hermosa paleta de un futuro logo para Eddie.

– Nan, Rob, voy a crear mi propio club cuando entremos a preparatoria. El Hellfire. Nos juntaremos a jugar Calabozos y Dragones, haremos campañas y nos divertiremos mucho. ¿Se unen? – Robin (que sí sabía jugar) aceptó primero – ¿Nan? – Eddie miró a la más baja (literalmente más baja de los cuatro chicos).

– Si me enseñan a jugar, estoy dentro – Dijo dándole una sonrisa.

– Perfecto. Ah, y déjame sacarle una foto a tu suéter, así no olvidaré los tonos para el logo del club – Dijo al final Eddie guiñando un ojo y sacando su pequeña cámara de su mochila para tomar dicha foto.

destiny things - Steddie 🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora