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– Estamos reunidos aquí para celebrar la vida de Hope Eileen Lupin – dijo el rabino a los pocos asistentes al funeral. El sol brillaba ya que era el comienzo del verano y todos sudaban bajo la ropa negra.
En el frente se encontraban tres personas, sus energías estaban fuertemente atadas, cada uno no se atrevía a moverse ni un solo pie uno del otro, aunque ninguno de ellos se tocaba. El hombre mayor Lyall Lupin, estaba luchando por mantener una cara valiente, no quería llorar enfrente de los chicos, pero si estaba siendo honesto el ya no podía estar un segundo más en ese lugar enterrando a la que fue el amor de su vida.
A su izquierda estaba su hijo Remus Lupin, se encontraba en un estado terrible no solo por la muerte de su madre, la luna llena acababa de pasar hace solo un par de días. A pesar de las protestas estaba decidido a asistir al funeral de su madre y despedirla por última vez. Remus Lupin no estaba lidiando bien la muerte de su madre.
Ella siempre había sido la única de sus padres en aceptarlo plenamente por lo que era con todo y su licantropía.
A la izquierda de Remus estaba Cassandra Lupin, ella estaba de pie con una expresión en blanco en su rostro y su cabeza llena de pensamientos, Hope era su mejor amiga y Cassie sabía que nada sería igual, ¿Cómo podría ser?
Detrás de ellos había tres chicos, todos de negro, con sus padres flaqueados detrás de ellos, James Potter y Sirius Black estaban con sus padres Euphemia y Fleamont Potter y Peter Pettigrew estaba con sus padres Enid y Sebastián Pettigrew.
Había otros miembros de la familia allí esparcidos por el campo, el rabino continúo dando su sermón mientras el sol continuaba poniéndose en lo que alguna vez fue Hope Lupin. Cassie no podía recordar cuando, pero a mitad del camino Remus comenzó a temblar y sollozar, ella extendió su mano a través del espacio entre ellos y tomo su mano firmemente en la suya apretándola tres veces exactamente.
Lo había hecho sin darse cuenta, aunque ambos se congelaron una vez que se dieron cuenta de la acción porque fue Hope Lupin quien tomo sus manos y apretó tres veces exactamente en momentos de angustia y tristeza, siempre con una sonrisa adornando su rostro.
Y por primera vez en ese día, una lagrima se deslizo por la cara de Cassie Lupin.
Remus se aclaró la garganta, pero no se atrevió a apartar su mano, Cassie estaba de pie, miserable, pero con una mirada estoica, recordando como nunca volvería a sentir el reconfortable abrazo de Hope.
Cassandra ya había pasado por esto, cuando tenía tan solo ocho años cuando atacaron a su familia en la cual murieron sus padres y su hermano mayor, enviaron por red flu a Cassie al hogar de los Lupin, ambos Lupin eran padrinos de Cassandra y aunque al principio fue un gran shock para todos optaron por adoptar a la pequeña niña y cambiarle el apellido.
Fenrir Greyback fue uno de los que estuvo en el ataque, el la buscaba, la venganza hacia los Lupin fue un chiste a comparación de lo que planeaba con la familia de Cassie y aunque casi todo salió según lo planeado cuando Cassie logro escapar el juro encontrarla.
