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YoonGi suspiró frente a la puerta de su departamento, no quería entrar allí porque sabía lo que le esperaba. Eran las diez de la noche y su estómago rugía a horrores. SeokJin seguro cocinó una sofisticada cena mientras NamJoon había limpiado la casa para recibirle al igual que cada pelea, pero YoonGi realmente estaba considerando darse media vuelta e ir a un 7/11 a comer ramen instantáneo.
Cerró los ojos y decidió no huir de sus problemas, por lo que tomando la llave, la insertó en la cerradura y abrió la puerta sin cuidado.
El departamento estaba cálido y olía a sopa de algas, logrando que su estómago rugiera aún más. Dejó su bolso en el perchero de la entrada al igual que su abrigo, escuchando pisadas provenientes de la sala camino al hall. Se tomó su tiempo buscando su celular, dejando las llaves en el llavero y calzándose las pantuflas.
Cuando se giró, se encontró tanto a NamJoon y a SeokJin parados uno al lado del otro, tomados de la mano. El cabello rosa de SeokJin despeinado y vestigios de haber llorado en el rostro de NamJoon.
ㅡYoonnieㅡmurmuró el pelirosa, tirando de NamJoon hacia él con cuidado.
YoonGi se sintió mal. Era cierto que no estaba enamorado de ninguno de los dos, pero de todas formas les tenía cariño y verles tan mal por su culpa solo le hacía recordar lo mierda de persona que era y como se había metido con JiMin el día anterior.
Volvió a suspirar con una mueca triste, extendiendo un poco los brazos y dándole el permiso a sus parejas para abrazarle cosa que no tardaron en hacer. Ambos menores se enrollaron en su torso y cada uno ocultó su rostro en los huecos de su cuello, volviendo a llorar encima suyo.
Su relación estaba siendo tan disfuncional, cada uno se estaba rompiendo y hartando y no pensó que las cosas se complicarían a tal punto. Como pudo abrazó a ambos con fuerza, porque se le encogía el corazón.
Si él no se hubiese metido entre ellos en aquella fiesta hace cinco años y no hubiese dicho que si a aquella propuesta luego de aquello. SeokJin y NamJoon seguirían siendo una pareja perfecta con una veterinaria. Pero ahora hasta dudaba de que en algún momento se volviese a recuperar todo el amor.
ㅡPerdónanos Yoonnie... lo volvimos a hacerㅡSeokJin habló por ambos, porque NamJoon lloraba como un bebé y temblaba agarrado a él.
El más sensible de los tres era NamJoon, tan pequeño e infantil, siempre era el que salía más afectado en cada pelea. NamJoon era amor y tranquilidad, claro cuando no estaba celoso, pero últimamente YoonGi lo estaba viendo más llorando que con una sonrisa en el rostro y cada vez se confirmaba más de que debía terminar aquella relación por el bien de los tres.
A lo mejor ni si quiera terminar los tres, solo él alejarse.
ㅡNo es la primera vez que pasa y lo sabenㅡYoonGi habló con la voz más suave que pudo, siendo jalado por el lloroso NamJoon hacia el sofá de la sala.
