Debería cerrar la boca

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Beber y mentir a mis padres iba contra mis principios pero lo hacía por intentar gustarme y gustar un poco más a la gente.Ese fin de semana lo pasé estudiando en casa y pensando en como cerrar la boca y parecer invariable ante mis padres y la gente del instituto.
Llegó el lunes y mis amigas me preguntaron sobre mi viernes y mi fin de semana y se lo conté a la hora en que nos tocaba la clase con la tutora.En ese momento no me di cuenta pero al salir mis amigas me advirtieron de que se podría haber enterado. En ese momento no me importó pero según iba camino a mi casa me empecé a preocupar por ello y por como se lo tomarían mis padres.
Ni esa noche ni ninguna de la semana dormí pensando en aquello, sé que no es mucho, pero a mis padres todo lo que se pase de chicos un poco distintos o modos de actuar diferentes ya es malo y lo que yo estaba haciendo con Guzmán no era muy normal asi que sería mejor taparlo pero al final todo se sabe.
Los demás días de la semana pasaron más o menos normales hasta el miércoles.Ese día la tutora me citó en una clase que qudaba vacía y habló conmigo simulando preocupación:
-Me he enterado que te emborrachaste el viernes con tu amigo¿es verdad?-.
-y si es verdad¿que?-la reté-es mi vida y no se tiene que meter en ella-.
-comprende-me intentó entrar en razón-que como tutora tuya me preocupo por tí-.
-y comprenda también que como persona que vive su vida tengo derecho hacer eso-la rebatí-.
-¿tiene confianza con sus padres?-temblé al oir esas palabras-.
-no demasiada-la contesté rezando a mil santos-.
-de acuerdo-pronunció lento-veré lo que hago con esa información-.
Volví a clase temblando y pensando en la reacción de mis padres y mi rápido internamiento en un centro psiquiátrico,el ir a un psicólogo de por vida o cualquier reacción extremista por su parte.
Pasé el resto de la semana con miedo de que mi tutora los llamase o los citase en horario de clase.
Al fin llegó el viernes y ya respiré agusto, pasaría otro gran fin de semana con Guzmán y sus amigos y sin que mis padres pudieran enterarsen.Esa tarde estuve con ellos en la casa de uno de ellos bebiendo y contando nuestras mierdas hasta altas horas de la noche.En cuanto me di cuenta,¡hostias!¡las 11 de la noche!Cogí mis cosas y con ayuda de Guzmán salí de allí.
Al llegar a mi casa aolté como excusa que mis amigas y yo nos habíamos ido lejos y que nos habíamos perdido al volver.Mis padres me miraron raro pero no se enfadaron conmigo porque supuestamente era buena y responsable y gracias a ello me dejaban salir sin problemas.
Al día siguiente me levanté con la resaca y con la idea de que algún día de la semana que viene la querida tutora bocazas hablase con ellos.

siempre a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora