Idiota.

Tres.

Estaba esperando que Ethan viniera por mi, ya estaba lista para la fiesta de Jessica. Llevaba un vestido negro arriba de la rodilla, pegado, sin espalda y mi cabello suelto, con ondas. Me estaba terminando de retocar el maquillaje y tocaron el timbre de mi apartamento. Vivía sola, pues mis papas siempre me daban la libertad de ser independiente, tenía una buena relación con ellos, aunque casi nunca los veía, pues pasaban viajando todo el tiempo.

— ¡Abre la puerta! — solté una carcajada y acomode mis ondas abriéndole la puerta.

— Hola Ethan. — dije mirándolo, estaba muy guapo, pues se había arreglado, iba con una camiseta negra y un jeans roto, pero no podría nunca como un pretendiente, él era como un hermano.

— Te vez muy bien Cass. — dijo inspeccionando mi cuerpo, me sentí algo incomoda, pero era Ethan, no importaba, en ciertas ocasiones me había dicho que no quería nada conmigo. Luego me ofreció su brazo. — ¿Vamos?

— Si claro, solo déjame traer mi bolso. — dije y fui corriendo a traerlo, dándome un último vistazo en el espejo. — Vamos. — me tendió el brazo y yo con una sonrisa lo agarre, estaba nerviosa por esta fiesta, aún que sinceramente no sabia por qué, había una fiesta de estas cada semana y siempre era lo mismo; un montón de adolescentes alcohólicos al rededor de una chica con poca ropa.

Cuando estábamos en el carro puse mi estación de radio favorita, amo la música, desde pequeña aprendí a tocar el piano y de vez en cuando daba recitales en mi antigua escuela.

— Cassie, bájale el volumen, esta demasiado alto. — me dijo Ethan mirándome con una cara de molestia.

— Ethan, mejor escucha la música. — dije con una sonrisa enorme, el viaje a la casa de Jessica fue corto, así que cuando llegamos me baje de el carro. En unos minutos Ethan se puso a la par mía. Tomando mi brazo.

— No te separes de mi. — me dijo en un susurro, yo solo le asentí y sonreí, luego el agarro mi mano y me ayudó a salirme del coche.

— No sé porque seguimos viniendo a estas cosas. — dije entrando a la casa, estaba repleta de chicos ya muy borrachos ¡Eran las 10 apenas, por Dios! A lo lejos vi a Derek, iba muy bien vestido, tenía una camisa de botones y un pantalón negro. Estaba hablándole a una chica muy cerca mientras bailaba con ella, se movía bien, solo solté una carcajada al ver esa escena, me imaginaba cómo Jessica reaccionaria a esa escena, váyanse a una habitación.

— ¿Que pasa? — me dijo Ethan y miro esa escena que estaban montando. — Oh, míralo, vino ahora y ya esta en una fiesta.

— No me sorprendo que Jessica lo haya invitado esta babeando por el, y yo que esperaba no verlo mas esta semana. — dije rodando los ojos, ¡Vaya que me irritaba este chico!

— No dejes que te arruine la fiesta, mejor vamos a bailar. — me dijo tomándome de la cintura para guiarme a la pista de baile, yo solo sonreí a su propuesta, tenía al mejor amigo del mundo.

Empezamos a bailar en la pista de baile, moviéndonos al ritmo de la música. Varias chicas miraban a Ethan con deseo, y a mí con envidia, pues Ethan bailaba muy bien, pero cuando íbamos por el cuarto baile, alguien llego a interrumpirnos.

— ¿Me permites bailar con ella? — le dijo Derek a Ethan, yo lo miraba rogándole que no me dejara con el, pero Ethan acepto. ¡Me dejo sola con el troglodita este! Derek me tomo por la cintura y me acerco a él. Mientras Ethan se iba corriendo y mil chicas corrían detrás de él, oh podía correr, pero nunca esconderse.

— Solo somos tu y yo muñeca. — me susurro Derek en el oído con la voz mas sensual que el tenía.

— No, eres solo tú, no quiero bailar contigo. — hice que me soltara y me fui a la cocina, a traer un vaso de agua. No tomo, me parece absurdo. A lo lejos, mientras me servia mire a Ethan, bailando con una chica muy cerca, y el le susurraba cosas en el oído, al fijarme mejor en la chica, supe quien era... ¿Jessica?

No podía creerlo, si ahora mismo se le colgaba a Derek. De un momento a otro se empezaron a besar, mis ojos casi se salen de mi cara. De repente sentí una mano tomándome de la cintura.

— Veo que Ethan te dejo por Jessica, ¿quieres ir por algo de comer? — me susurró en el oído haciendo pequeños círculos en mi cadera.

— No. — dije secamente.

— Por favor, además no creo que Ethan te lleve a casa. — en ese mismo instante Jessica lo tomaba de la mano y lo llevaba a las gradas, tremenda zorra.

— ¿Qué más da? Vamos. — dije tomando mi bolso y caminando, sentía como él venía tras de mí.

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