ℕ𝕦𝕖𝕧𝕖 「❀」

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El llanto de Azura hizo a Luz suspirar pesadamente, contó hasta tres para tranquilizarse, no podía perder la paciencia con su linda y adorable bebé, así que rodó atrás su silla nuevamente, dejando la computadora donde se encontraba a punto de realizar su trabajo.

Desde que quedo embarazada, supo que no iba a poder volver a su trabajo en la empresa, porque la verdad no quería descuidar a su pequeña, ni dejarla en manos de otro, simplemente quería aprovechar a su bebé mientras crecía y sabía que con todas esas horas de trabajo no iba a poder, así que opto por una opción más viable, trabajar desde casa.

Llego hasta su habitación y en medio de su cama se encontraba Azura, pataleando con desespero, aún no podia voltearse solita y eso la inquietaba más. Camino con rapidez para tomarla en brazos y comenzar a mecerla logrando que se calmara.

— Bebé, ¿que sucede? Te estás portando mal hoy, no dejas a mami trabajar — decía con voz suave, mientras secaba aquellas lágrimas que caían por sus palidas y abultadas mejillas.

"¡me mentiste mami! Dijiste que dormirias conmigo pero cerré los ojitos unos segundos ¡y ya no estabas! Me sentí burlada por mi propia sangre!"

La omega estaba cansada, tenía que realizar las tareas del hogar, cuidar de su trabajo y encima de Azura, que la verdad no estaba siendo fácil de tratar aquel día, estando muy dependiente de ella, quizás se debía a que aún habian dejes de los síntomas de sus primeros dientecitos.

Azura que descansaba su cabeza en el hombro de la omega estaba desconfiada, sabiendo que si cerraba los ojos, su mami se iría y no quería eso, quería sentirla cerca, sentir su aroma y como su omega la arrullaba hasta sentirse protegida.

"No me dejes, por favor mami"

Pero no aguanto mucho cuando sus pesados párpados se cerraron perdiendo así la batalla contra el sueño. Luz espero unos minutos y la coloco nuevamente en la cama, dejando esta vez la camisa del pijama que había usado en la noche a su lado, ya que esta contenía se aroma, lo que podría relajar a la bebé por un tiempo.

Cuando por fin se pudo sentara a  gusto en su silla celebro internamente, Azura había estado muy apegada a ella ese dia
específicamente, así era feliz de al fin tener un momento de paz. Reviso
en su computadora encontrando que tenia varios clientes, pues
Luz se dedicaba a las ventas por Internet, tenía una tienda online de objetos varios.

Varias horas después Luz terminaba de doblar la ropa limpia y se sentía verdaderamente cansada, pero satisfecha con la casa limpia y todo en su lugar, a demás de haber sido un buen día para las ventas. Justo cuando por fin se sentó en el sofá, escucho la puerta siendo abierta, su esposa había llegado.


[𝔹𝕒𝕓𝕪 𝕥𝕙𝕠𝕦𝕘𝕙𝕥𝕤]


Amity se adentro a su hogar, siendo recibida por el olor a limpio y el suave aroma de su omega, pero aún así venía cansada, así que no pudo reparar en estas cosas. Cuando estuvo en la sala de estar pudo observar a Luz recostada a lo largo del sofá, con sus ojos cerrados, y su rostro transmitiendo una hermosa paz.

—¿Como te fue? — pregunto la omega, aun sin abrir los ojos, extrañando a su alfa.

— Bien, concretamos el negocio del departamento que te dije el otro dia.

— Genial — respondió, realmente sin muchos ánimos de continuar la platica, simplemente quería dormir.

Amity era agente inmobiliario, su trabajo proporcionaba buenas ganancias y a pesar de que no tenían un estilo de vida lujoso, se podía decir que económicamente se encontraban bastante estables.

La alfa lanzó su saco a uno de los muebles, Luz trato de verse imperturbable,  aunque debía confesar que el hecho la descolocó debido a la reciente limpieza que había realizado.

—¿Que hay de cenar?— cuentiono la mayor, que se encontraba hambrienta.

— No he cocinado aun — contestó la omega, por fin abriendo sus ojos y siendo afectada por la luz que dio en ellos, costandole un poco acostumbrarse nuevamente.

— Uh, bien, pero tengo hambre, haré ramen, rápido y eficaz — dice Amity, que se disponía a caminar hacia la cocina, con un poco de pereza en su andar, también se encontraba cansada

En ese momento pudieron escuchar un llanto infantil, lleno de búsqueda de atención, la pequeña Blight había despertado solita y en un cuarto oscuro, cosa que parecía odiar.

— Amity, ve por Azura — dijo de inmediato la omega, que sollozo fingidamente ante la idea de levantarse del sofá.

—Ve tu, estoy cansada ahora, apenas puedo levantar la bolsa del ramen — respondió mientras llenaba de agua la olla que utilizaría para preparar la cena.

—También estoy cansada — se removió en el sofá, de forma que su pecho tuviera contacto con este, mientras seguía escuchando el llanto de su pequeña.

Amity frunció el ceño mientras colocaba la olla sobre la estufa, para poner a hervir el agua. Ese día estaba tan estresada debido a que el cliente era tan terco y difícil de tratar que la dejo con un poco de mal humor, sumándole a su cansancio, definitivamente no podia terminar en nada bueno.

—¿cansada de que? ¿de estar en casa?

Y Luz intento por todo lo que amaba no ofenderse con esas palabras, pero fallo olímpicamente, ¿que trataba de decir la alfa? ¿a caso estaba menospreciando su esfuerzo?

—¿Como que de estar en casa? Yo también trabajo, me encargo de la limpieza y además de Azura, y la verdad no es tan fácil como crees — contestó a la defensiva, levantándose de una vez del sofá, pues la pequeña no dejaba de llorar.

Amity soltó una risa sarcástica, que no le cayo para nada bien a Luz mientras iba por la bebé. Azura que estiraba sus bracitos en búsqueda de ser tomada, y abría sus manitas volviendolas puños después, como si estuviera llamándola. Luz no tardo en tomarla. Regresando a la sala minutos después.

— No se de que te quejas si la verdad les he dado una buena vida.

—¿Y eso que tiene que ver?— dijo esta vez sintiéndose molesta por la actitud de la mayor — no quieras venir a decir que lo que yo hago en esta casa no puede agotarme porque estas equivocada, y me ofende que estés pensando de esa forma.

"Que pedo, que pedo"

Azura frotaba uno de sus ojitos con el puño, sin entender que sucedía al rededor y porque mami empezaba a oler menos dulce de lo normal.

— Solo digo que tienes comodidades Luz, yo tengo que estar de un lado a otro y lidiando con personas que a veces no son fáciles de llevar ¿me entiendes?

La omega seguía sintiéndose molesta, su esposa estaba comportándose como una idiota, y nunca la había oído hablar así en los años que llevaban juntas.

— Estás siendo ridícula, Amity — dijo acomodando mejor a la bebé confusa en sus brazos, dispuesta a irse a su habitación, no queriendo quedarse a discutir.

—Yah, tu solo te quejas ¿que quieres que haga?— la mayor se aparto de la cocina, dejando a su comida instantánea prepararse.

Luz la ignoro caminando hasta la habitación que compartían con Azura en brazos, quien se aferraba a su camisa, sin entender, pero asustada por el tenso ambiente que se sentía.

— Ahora estas siendo infantil

Y la omega cerro la puerta, no quería seguir escuchándola.

𝐁𝐚𝐛𝐲 𝐭𝐡𝐨𝐮𝐠𝐡𝐭𝐬 || Lumity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora