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Me estas jodiendo?...
Fue el pensamiento de cierto peli-morado con rabia.
Por el rabillo del ojo observaba hacia el patio.
Al que casi nadie pasaba. Y en ese estaban ellos.
Kusuo Saiki y Shun Kaidō.
Verlos abrazados fue algo que lo enfado de gran manera.
Era claro que no sabia que estaba pasando, y tampoco notaba que el peli-rosa estaba sollozando.
Tan solo un día sin hablarle y ya se lanza con otro
Rodó sus ojos mientras apretaba sus manos con enojo.
Solamente apretó la mandíbula con molestia mientras volvía su vista a la pizarra.
Estaba molesto con el psíquico sin duda alguna.
Por más tonto que sea.
≪•◦ ❈ ◦•≫
Kusuo tenia la mirada en el suelo, no quería ir a sus clases.
Shun lo notaba, pero sabia que debían ir a sus clases obligatoriamente.
Y cuando llegaron el Kaidō menor miro de reojo al peli-rosa.
Este se secaba la ultima lágrima cayendo de su mejilla.
Le sonrió de manera confortante a su amigo, sobando su brazo para que se tranquilice.
Este le dedico una sonrisa mientras miraba al suelo otra vez.
Se sentía bien al estar junto al Kaidō menor.
En cuanto el peli-celeste quiso abrir la puerta, el timbre resonó en los pasillos.
Al notar a los alumnos salir de sus aulas Kusuo se puso nervioso.
Miro al suelo, y al notar a la maestra en frente de ellos se inquieto aún más.
Esta al notarlo suspiro con molestia.
—Faltaste a la clase, Saiki —. Le dice de manera cansada, parecía estar harta de eso. —¿Por qué llorabas ahora? —. Le cuestiona directamente poniéndose en frente suyo.
Kusuo en esos momentos se sintió avergonzado.
Noto como las miradas se pusieron otra vez encima de él.
Como en esa mañana, burlándose de como se encontraba.
No quería responder. Solo pudo mirar al suelo de nuevo mientras levantaba un poco la manga de su brazo.
Y empezó a rascarse el mismo, estaba nervioso, demasiado nervioso que llego a aquello.
La profesora lo miraba con rareza mientras seguía esperando su respuesta.
