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Jisung caminaba tranquilo hacia el parque que conocía tan bien, había estado ahí en la tarde paseando a Hope como siempre con compañía de Minho, pero el mayor le había pedido que vaya a las 20 de la noche y bueno, ahí iba Jisung.

Hace ya un mes estaban en eso de darse besos, por lo que hace un mes ya que Minho se hacía un espacio sus días libres para ir a los comedores. Los niños lo adoraban y los adultos del lugar ya le tenían más confianza.

El mayor a veces planeaba citas con cenas espontáneas, por lo que Jisung se había puesto lindo antes de salir, estaba seguro de que esa iba a ser una de esas noches.

Al llegar no vio a Minho por ningún lado, así que pensó en que tal vez aún no había llegado, así que simplemente fue a buscar un diente de leon para cada uno, como siempre.

Grande fue su sorpresa cuando al llegar encontró un pequeño sobre amarillo con su nombre en él. El menor río nervioso y muy curioso lo abrió.

Nos conocemos hace tan poco pero siento que te conozco de toda la vida. Ya me aprendí tus gustos y memorice todas y cada una de tus caras, se cuando algo no te gusta y se cuando algo te encanta. Siento que te conozco tanto que era una obviedad que ibas a venir a buscar esos dos dientes de león.

Estoy seguro que esta noche pensabas que íbamos a ir a comer algo simple a algún lado bonito, pero para hoy te tengo otra propuesta. Quiero que busques los sobres que faltan, no debes estar entendiendo nada pero tranquilo, te deje rastros para que puedas encontrarlos.

Te adora, Minho

Jisung estaba sonrojado y muy emocionado, miró a sus alrededores pero no lograba encontrar el famoso rastro.

Hasta que bajo la vista al suelo, encontrando una pequeña flor de diente de leon, y un poco más alejada otra, y otro poco más alejada otra.

Jisung comenzó a seguir el camino de pequeñas flores levantandolas a su paso, al llegar hasta un árbol descubrió otro sobre y una canasta pequeña y vacía.

Si te conozco tanto como creo, juntaste todas las flores, y como no quiero que estés con las manos ocupadas para leer mis notas te dejo una canastita.

Jisung, desde que te vi por primera vez mi corazón decidió ser tuyo, sin siquiera preguntarme el muy rebelde.

Siempre crei que los cuentos de amor exageraban cuando hablaban del corazon, como si ese organo pudiera tomar decisiones sobre las persona.

Y entonces el mio decidió por solo que no iba a pertenecerle a nadie que no fueras vos.. ¿Cómo iba a pelear con mi corazón?

Jisung sentía ganas de llorar, al pie de la hoja había un corazón dibujado, pero no la forma de siempre, sino uno realista, del cual salían desprendidos esas pequeñas flores que tanto conocían. Guardo las flores y ambas notas en la canasta antes de buscar el siguiente rastro, que para su suerte encontró rápidamente.

Lo siguió al igual que el otro, guardando las flores en la canasta. La siguiente nota estaba en los columpios, por lo cual Jisung se sentó en estos para leerla.

¿Vos tambien lo sentis? El como tu corazón quiere escapar cada vez que nos besamos ¿Lo sentis?

Desde que los dientes de león adornan mi oreja derecha mi vida mejoro de una forma asombrosa, desde que eso pasa mi corazón dejo todo el dolor atrás. Viniste a florecer mi vida, Jisung de mi vida.

DandelionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora