Sinopsis

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No quería llegar a la escuela.

Estar dentro de los salones con aquellos profesores interesados solo en ellos mismos y estudiar cosas que nunca en mi vida me iban a servir no era tan malo como el hecho de ser un inadaptado social y principal blanco para los mastodontes de último grado cuya autoestima estaba tan elevado, o tan por el subsuelo, que solo buscaban lastimar a los demás.

A diario obtenía palizas que frecuentemente me dejaban con heridas que necesitaban incluso de meses para sanar por completo. Las humillaciones y apodos que recibía me afectaban tanto que incluso llegué a pensar unas cuantas veces en el suicidio. Tampoco olvidemos el hecho de que mis padres nunca estaban en casa y que mi soledad y depresión incrementaban conforme pasaban los días dentro de la secundaria.

Yo era algo así como un maldito cliché del adolescente incomprendido y mal tratado.

Cuando llegué a la secundaria traté de pasar inadvertido por los pasillos atiborrados de estudiantes, chismes y hormonas, pero como siempre, no funcionó. Un chico de último grado extremadamente rubio y enorme llamado Trevor me encontró a lado de mi casillero, sacando mis útiles para la clase de Biología avanzada.

-¿Pero que tenemos aquí?- Preguntó. Tragué duro, ignorándolo. -Vamos, idiota, contesta... ¿Harbbyn, no?

Seguí callado y cuándo menos lo esperé ya estaba tirado en el suelo con la mochila clavándose de manera dolorosa en mi espalda. Trevor reía por encima de mí y una multitud ya nos estaba rodeando, entretenida de ver como el estúpido de segundo grado era golpeado por el rubio pecoso. Todos empezaban a gritar "pelea, pelea" pero claro estaba que solo iban a ver una degradante función dónde yo recibía patadas en todos lados y soltaba gemidos de dolor.

-¿Te gusta, mariposón? ¿Te gusta?- Preguntó, mientras me tomaba del brazo para arrastrarme hasta el baño de hombres. Corrió a todos de un grito y pronto estábamos solo él y yo.

Me aventó contra el lavabo, y mi mejilla golpeó contra una de las llaves. Mi nariz sangraba, pero poco le importó, pues tomo con su mano mis rizos y me hincó frente de él. Trevor se había bajado los pantalones y su ropa interior, dejando al descubierto su asquerosa erección.

-Me la vas a chupar, putita, ¿Entendiste?- Preguntó mientras seguía jalando mi pelo, provocándome un dolor agudo en la cabeza.

-Yo no quiero, Trevor- Rogué mientras me ahogaba con mis lágrimas y la sangre que caía de mi nariz por los anteriores golpes. Si bien era cierto que era gay, también estaba seguro de que no me gustaba ni un poco Trevor; al contrario, me daba asco.

-No te pregunté si querías- Respondió con una risa sarcástica en su boca mientras empujaba mi cara hacía su nada flácido pero espantoso pene.

Me obligó a metérmelo hasta la garganta, provocándome unas desagradables arcadas y un sentimiento de repulsión inmediato. Tener su polla en mi boca me parecía completamente desagradable, y era un tormento el que él la empujara una y otra vez sobre mi tráquea. Yo lloraba con desespero mientras mi lengua trataba de alejarse de su asqueroso sabor a orina. Ya me estaba asqueando, y cuándo Trevor no paraba de reír como un loco, terminé por vomitar todo mi desayuno encima de él, casi ahogándome.

-¿Pero qué coño hiciste, estúpido marica?- Preguntó el, empujándome hacia los lavabos otra vez mientras yo tosía. Mi cabeza dio duro contra el filo del lavabo de mármol, pero no lo suficiente como para romperme el cráneo. -Joder, ni una puta mamada puedes hacer bien, gay de mierda. Me das asco, ¿Me escuchas? Todos te odiamos, zorra barata, todos te odiamos.

Y se fue después de limpiarse.

Así que ahí me quedé, tirado en los baños sobre mi vómito y sangre, envuelto entre mis lágrimas y el sudor. Mis manos temblaban de la impotencia y mi cara estaba totalmente roja de la humillación y el coraje.

-Algún día- Murmuré para mí mismo entre sollozos -Algún día, Harry, todos esos malditos se arrepentirán de haberte humillado y degradado. Algún día los matarás a todos y disfrutarás sus gritos de dolor mientras el último aliento se les escapa de sus asquerosos y sangrantes labios y amarás como la vida huye de sus ojos mientras observas su arrepentimiento tardío a través de las casi extraviadas pupilas. Algún día serás alguien fuerte y entonces nadie más te va a poder pisotear.


- ADVERTENCIA!

*Este fic contiene: lenguaje fuerte, uso de sustancias ilegales y smut. Si la lees es bajo TU responsabilidad.

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@Ana_Spoiler y @iPsychoMind

Kill Me | Larry | OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora