Cuando llegamos a la mansión, después del pequeño recorrido que habíamos dado, y la gran conversación que había tenido con ese extraño, por no decir conocido, pues solo su apellido me era familiar, yo estaba tan furioso e iracundo y quería desatar mi furia, abrí la puerta principal, yo entré primero y ella me siguió, cuando cerré la puerta la contraminé contra la pared con tanta fuerza que casi cae al suelo.
-Eres un estúpida, no tenías que hablar con él, él es peligroso, si te descubre tú desaparecerás, nunca tienes que hablar con extraños, parezco tu padre al hablarte de esta forma, pero tú no entiendes nada, nada, lo recuerdas pero no lo entiendes- su rostro se veía confundido pero a la vez asustado, su respiración estaba muy acelerada- eres una inútil, si supieras lo que pasa tendrías más cuidado de con quien hablas.
-¿Qué es lo que pasa que yo no sé?- su voz sonaba angustiada, casi se le escapaban las lágrimas, era la primera vez que me veía actuar de una forma tan brutal con ella- ¿Qué es lo que me ocultas? dímelo.
-¡Cállate!- mi grito fue muy alarmante, ni yo me reconocía en ese momento- solo quiero protegerte, pero tú haces que todo eso sea algo imposible, si por mí fuera, tú no estarías aquí.
-Entonces qué es lo que quieres, qué es lo que quieres hacer conmigo ahora, dime, haré lo que quieras, pero no tienes que protegerme, jamás te lo pedí, no quiero ser una carga, un estorbo, pero tú eres el que me tiene prisionera como a una muñequita de porcelana que se quiebra si no la cuidas, yo no quiero ser como una muñeca indefensa, yo me puedo cuidar sola, pero si nunca me dejas libre jamás podré ser independiente.
-Lo lamento, no quise ofenderte, creo que reaccione muy mal- le dije para tratar de enmendar mi error, ella tenía razón, yo no la dejaba ser libre, pero ella desconocía mis razones de ser así, pero no le podía decir la verdad, no sabía cómo reaccionaría al saber que no es humana y que si la descubren ella ya no existirá, ese chico podría ser nuestra perdición.
-Ya es muy tarde como para que te disculpes, ya veo que nunca me dejarás libre, no te reclamaré, pues no sé si tengo otro lugar al cual ir, casi no recuerdo nada, no sé si tengo eso a lo que le llaman familia o padres a los cuales recurrir, solo te tengo a ti y a nadie más, me siento totalmente sola- su voz era casi inaudible en la última frase, se sentía sola y yo no me había dado cuenta de eso, yo jamás estaba aquí y no tenía a nadie más con quien compartir su tiempo, soy un egoísta, no me di cuenta de eso a tiempo- ya no importa- dijo recobrando compostura y su voz- soy tu muñequita de porcelana, por eso me sobre proteges, de ahora en adelante debo vivir con esa aseveración.
-Puedes aceptar la invitación de ese chico si así lo deseas- su asombro se hizo notar, no esperaba que yo le permitiera salir con Eleazar Miwor, después de todo lo que le había dicho, creo que ella no pensó que esa sería mi respuesta.
-¿Estás seguro de que eso es lo que quieres?- la solté mientras ella decía estas palabras, mis dedos estaban marcadas en su "piel", ella solo miró de soslayo su brazo y volvió a dirigirme la mirada.
-Estoy seguro- mi respuesta fue clara y sin titubeos- puede venir cuando a él se le antoje, yo no me opondré, solo te pido que tengas cuidado con él y no creas todo lo que te diga, él no es del todo confiable- moví mi cuerpo hacia otro lado, quería irme de su lado, en ese momento no la quería tener cerca, pero sus brazos me detuvieron, me miró fijamente a los ojos y me dio un tierno abrazo, me solté lo más rápido que pude, no quería que lo hiciera solo porque sentía que me debía algo, era indignante para mí.
Me fui a mi cuarto, dejándola completamente sola, ella no me siguió, se quedó inmóvil en el mismo lugar, no sé si se habrá ido en algún momento, pero en lo que restaba del día ya no volví a salir de mi habitación y mucho menos volví a verla. Me recosté en la cama y mi mente no me dejó en paz, en algún momento se enteraría de todo, cómo le iba a explicar que ella no era humana, que ella tenía que ser eliminada al igual que todos los que alguna vez fueron sus semejantes y que el que la eliminaría sería Eleazar Miwor, esa familia había exterminado a los demás y Antonela sería su próxima víctima.
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Amor artificial ©
Romance¿Serías capaz de desafiar a la muerte por amor? Devolverle la vida a esa persona especial puede no ser una buena idea y traerá malas consecuancias. Robots con sentimientos no son una buena opción. Amor artificial - (c) - Susana Delgado Andino Cód...