Capitulo 25

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Anna volvió a mirar en el armario e inspeccionó la cómoda, buscando cualquier cosa que Riv pudiera haber escondido.

Lo único que encontró fue el fondo de emergencia de Madame Katana, escondido bajo la cama.

"Date prisa".

"Por favor, espera un momento. Tengo que comprobar si Madame Katana lleva el collar retrato que siempre tenía puesto".

Después de que Anna se asegurara de que el collar retrato colgaba firmemente del cuello de Madame Katana, finalmente recuperó la tarjeta de identificación de palacio de Madame Katana.

"Coge el resto de la ropa y empácala".

Anna recogió la bolsa y empacó todo lo demás.

Siguiendo las órdenes de Lionel, empaquetó toda la ropa que componía el disfraz de Madame Katana, sin dejar ninguna señal de que hubiera vivido en esta habitación.

Debe haber sido difícil llevar un montón de ropa como la de Madame Katana'.

Si Marianne se hubiera enterado del disfraz de Madame Katana, no había duda de que habría montado un escándalo.

Toda la ropa había sido empaquetada. Madame Katana sólo llevaba una camisa.

Lionel envolvió a Riv en una sábana y abrazó su cuerpo febril.

Le susurró a Anna, que estaba preparando su equipaje.

"Cuando te canses de este lugar, ven al Ducado. Menciona mi nombre o el de Madame Katana y se te permitirá la entrada".

Lionel se dio cuenta de que aquella mujer era la única conocida y amiga de Madame Katana.

"Gracias. Por favor, dígale a Madame Katana que Anna estaba preocupada".

Anna expresó su gratitud. Inmediatamente salieron de la habitación. Todo el mundo que pululaba por el estrecho pasillo se hizo a un lado, mirándoles a ellos y al equipaje de Madame Katana.

Al llevarla en brazos, Lionel notó que era mucho más ligera de lo que esperaba.

Le tapó la cara con la sábana que envolvía su cuerpo, para que nadie pudiera ver a Madame Katana.

Fuera de las habitaciones de las criadas, los hombres de Lionel les esperaban en un carruaje.

"Duque, sube. ¿Está ella...?"

"Madame Katana está inconsciente".

Las palabras de Lionel fueron cortas. Madame Katana no estaba bien.

Los asistentes de los reyes inclinaron la cabeza e intentaron impedir que el Duque se fuera.

Seducir A Un Duque De Sangre FríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora