Las Dagas Sangrientas de la Hoja

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Así había comenzado la nueva vida de Sakura, con días de un intenso entrenamiento que duraban todo el día, desde el amanecer hasta oscurecer y solo tenía unos 25 minutos de descanso, también decidió "cerrar su ciclo", el que vivió en la aldea de la hoja.

Pintó su cabello de un rojo sangre y dejo que creciera, el general DuCouteu aunque no lo dijera se había encariñado tanto de la menor que terminó por adoptarla.

Una nueva vida, con nombre, estilo, y color de cabello nuevo.

El nombre de Sakura Haruno ya no estaba más, solo quedaba Katarina DuCouteu, mejor conocida en Runaterra como "Las Dagas Sangrientas"; pero ¿por qué ese apodó?, bueno el apodo fue fruto del entrenamiento al que se sometió. Su flexibilidad, sentidos y fuerza aumentaron a un nivel que ni ella misma penso alcanzar, un nivel que solo sasuke o lee estarían.

Se volvió un alguien orgullosa gracias al tiempo que pasaba con su hermano Talón y su padre el general.

Talón había logrado aceptarla y quererla como una hermana mayor, constantemente la elogiaba cuando lograba algo o por el simple hecho de hablar con el, estaba orgulloso de su hermana.

Pero con el tiempo, sintió celos. Katarina había conseguido alagos de su padre, cosa que el nunca había escuchado y ese amor y aprecio por su querida hermana, comenzó a transformarse en rencor.

Por fin, 15 años cumplidos; pasaron cuatro años, cuatro años donde hubo cambios.

Comencemos con la aldea de la hoja, durante todo este tiempo no sabían nada de la ubicación de la pelirosa, al inició pensaban que simplemente era un juego o que quería llamar la atención, pero esto lo dejaron de lado al ver que no se encontraba ni en su casa, ni en el bosque, ni en la casa de alguien más.

Al poco tiempo de descubrir esto, Tsunade se preocupaba más; pues ella pensaba en lo peor, quizás secuestraron a su alumna y ella ni enterada. Así que inició un rastreó de todos los traficantes de chicas que habían cerca y lejos de la aldea.

Aunque rescataron a muchas, ninguna era su alumna.
Era como si se hubiese esfumado o quizás ya era muy tarde para buscarla, intento distraerse de la pérdida de la pelirosa y pensó cada día que pasaba <hay cosas más importantes>; mientras que Shizune aún poseía la banda de sakura.

Ahora continuamos con Sakura o más bien Katarina.
Nuestra querida Katarina se sometió a un pesado entrenamiento que la llevaron a convertirse en una persona demasiado ágil y fuerte, paso de ser la pequeña niña en peligro llamada estorbo del equipo 7 a la chica llamada Dagas Sangrientas en toda una nación; nunca fallaba en sus misiones, las cuáles si estuviera en la aldea de la hoja serían clasificadas de rango S.

Estaba acostumbrada a entrenar aún si el ambiente no era bueno, o era peligroso; Asi le enseño el general.

Al ser adoptada se volvió la hermana mayor de Talón el cuál resultó ser también adoptado y Cassiopeia los dos hijos del general Marcus.

Katarina siguió los pasos de su padre, por lo que el astuto General Du Couteau la alentó a aprender el manejo de la espada, no para eliminar a los enemigos del imperio con osada brutalidad, sino con precisión mortal. Él era un maestro estricto con sus alumnos, así como difícil de impresionar.

Por tanto, la infancia de la ahora peliroja, si es que podemos llamarla así, no se caracterizó por la gentileza ni por el descanso. Todo su tiempo lo dedicaba a convertirse en el arma definitiva, probando su resistencia, su destreza y su tolerancia al dolor. Robaba pociones de los boticarios menos respetables de la ciudad. Probaba su eficacia al consumir pequeñas dosis que incrementaba poco a poco; esto fortalecía su resistencia y le permitía catalogar sus efectos. Escalaba las torres más altas en medio de la noche, cuando nadie podía verla

Su mas grande deseo era cumplir con su parte en Noxus, haciendo miles de sacrificios para ser el honor del trono.

En verdad quería mostrarle a todo el imperio de Noxus lo fuerte que se había vuelto, quería demostrar que no era alguien que puedan humillar; esperaba con ansias que la mandarán por primera vez a una misión "real" y está llego directamente de su padre.

Ella debía asesinar a un oficial de línea del ejército enemigo, un plebeyo miserable llamado Demetrius.

Estaba furiosa. ¡No había entrenado toda su vida para desperdiciar sus talentos en un estercolero apenas capaz de blandir una espada! Él no era suficiente. En vez de abocarse al objetivo designado, Katarina se escabulló en el campamento enemigo y cortó el cuello de su comandante mientras éste dormía. Fue una ejecución impecable. Traería una rápida victoria, así como gloria a Noxus. Enorgullecería a su padre.

Al menos eso creía

Su acto acabo con la vida de sus tropas, mientras que su padre apenas pudo salir con vida y en lugar de traer una victoria para Noxus, trajo una guerra; Marcus estaba furioso.

No te entrené como una asesina para hacer tal acto de inmadurez!

Le gritó con un tono que ella detestaba, ese tono la hacía sentir inútil y débil .
Él le recordó que los grandes asesinos no buscan reconocimiento ni gloria. No esperan ocupar un sitio de honor a la derecha de su amo.

Abrumada, Katarina se internó en la naturaleza, sola. Completaría su misión original. Demetrius pagaría con su vida. A pesar de ello, sus pensamientos naufragaban. ¿Podría acaso perdonarse a sí misma? ¿Cómo había podido ser tan tonta?

Y esta vez, ella iba por su objetivo; Haría que Demetrius pagará con su sangre la humillación que le habian hecho a su persona.

Estaba tan distraída que no vislumbró a su atacante sino hasta que él casi le había arrancado un ojo.

Debido al fracaso de Katarina, el General Du Couteau había enviado a otro de sus protegidos para que tomara su vida; un mozalbete sin nombre proveniente de uno de los gremios menores de asesinos. Pero a pesar de que la sangre corría por su rostro, los años de entrenamiento riguroso se hicieron presentes y sus espadas estuvieron en sus manos en un instante.

Seis horas después, lanzó la cabeza de Demetrius a los pies de su padre.

Sin embargo, este solo apartó su mirada de su hija arrodillada frente a el.

Le dijo al general que había considerado mejor tomar su cabeza, pero al final decidió, por mucho que odiara admitirlo, que él había hecho lo correcto al ordenar su muerte. Había fracasado. No solo como asesina, ni como hija, sino como noxiana.

Y el fracaso debe tener consecuencias. Pasó sus dedos sobre el corte abierto y profundo que estaba arriba de su ojo izquierdo y pensó en el precio que otros tuvieron que pagar debido a su arrogancia.

Sabía que había perdido la preferencia de su padre y que nunca más podría recuperarla. Educaría a otros en su lugar, solo para fastidiarla. A pesar de ello, juró que se redimiría, sin importar el costo, para reencauzar sus talentos al imperio y convertirse en el arma siniestra que siempre quiso ser.

Ese era su propósito, su camino como Noxiana.