Prólogo.

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Recostado sobre su cama, con la respiración agitada y sus orbes llenos de lágrimas, un pequeño ojiazul miraba fijo el techo de su habitación. Son las 2 am, y como cada noche, aquella pesadilla recurrente le atormenta sus sueños, y él, a sus 7 años de edad, no sabe cómo interpretar aquellas imágenes donde monstruos con garras y dientes filosos, hombres con uniforme y espadas en mano, se baten en un duelo a muerte.

Decide quedarse así, despierto, pues sabe que aunque lo intente, la pesadilla regresará y él no podrá conciliar el sueño.
Sus padres y hermana se encuentran preocupados por él, las pronunciadas ojeras bajo sus ojos delatan las noches sin dormir que el pequeño a pasado.

Takahiro y Rumiko ya no saben que más hacer para ayudar a su hijo, y Tsutako tampoco a tenido éxito alguno. Giyuu se cierra a ellos, imposibilitando el que ellos le ayuden.

Recuerdan como hace apenas un año atrás, el menor de los Tomioka era un niño alegre, sonriente. Ese par de zafiros brillaban con luz propia, slataba y jugaba, corría de un lado a otro, trepaba árboles y se arrastraba por el pasto, jugando con cualquier nimiedad a su alcance.

Ahora, su mirada se vuelve fría y sin emociones, la luz de antes se a esfumado y la sonrisa fue suplantada por una mueca sería e indiferente.
Se ha vuelto retraído, y las cosas que antes le emocionaban ahora no le llaman ni la menor atención.

Giyuu se balancea suavemente en su columpio, aquel que fue puesto bajo la sombra de un cerezo.
Su mirada seria situada al frente, sin prestar atención a nada.
Los ojos curiosos de otros niños le observan de lejos, les intimida aquel niño que antes solía jugar con ellos y que desde hace meses se volvió frío y serio.

Todos se preguntan ¿Qué fue lo que pasó para que el alegre Giyuu tenga esa actitud?

Sus padres se imaginan lo peor, y eso a la hermana de Giyuu le rompe el corazón.

Sin Importar Tu Edad [GiyuuTan - RenTan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora