Dad Next Door (Jaeyong)

Capitulo 13

"¿Por qué nos miran, Papá?"

"Es porque tú y tu hermana son tan lindos".

Con todos los rumores sobre la supuesta relación de Jaehyun y Taeyong en la oficina, es justo decir que ver a la pareja caminando de la mano hacia los ascensores solo aumentará la intrusión de todos. Sin mencionar a los dos niños pequeños acurrucados en sus brazos, llamándolos papá y papi de vez en cuando.

Habría sido mucho más consolador si la oficina no reaccionara como lo hace, discutiendo los compromisos de su CEO como en una reunión institucional un viernes por la tarde. Taeyong jura que casi puede escuchar el grito de Seulgi tan pronto como le llega la noticia de su llegada. Más aún, cuando descubre que Jeong Jaehyun había sido el padre perdido de los gemelos todo el tiempo.

"Tengo una reunión con la junta en una hora", le dice Jaehyun mientras entran al ascensor. Tal vez llegar tarde tiene sus ventajas, piensa Taeyong, porque se les habría unido un enjambre de empleados corriendo a sus respectivos pisos si hubieran llegado mucho antes. Ese rápido sexo matutino resultó ser una ventaja, sin duda. "¿Estaría bien si te dejo con los niños por un rato?"

Taeyong asiente, aunque reacio. Seguramente, la gente acudiría en masa a su cubículo hasta que Jaehyun regrese para llevarse a los gemelos. No está del todo seguro de si es esencialmente algo bueno. "Por supuesto. Pediré la ayuda de Taeil y Seulgi si la necesito".

"De acuerdo. Te llevaré allí, entonces."

Muy pronto, las puertas del ascensor se abren, revelando la vasta y ocupada extensión del espacio de trabajo de Taeyong. Los empleados corren de un extremo a otro, algunos con montones de papeles en las manos, mientras que otros tienen sus teléfonos entre las orejas y los hombros.

Taeyong ve a Taeil y Seulgi en el otro extremo de la habitación, ocupados por sus computadoras y aparentemente incapaces de notar la llegada inesperada de Taeyong y sus hijos; Jiho también, quien está de pie junto a la fotocopiadora, y los dos mejores amigos de Jaehyun, quienes están en una discusión profunda con el supervisor de Taeyong.

Apretando los dientes, Taeyong susurra al oído de Jaehyun. "¿Por qué están todos aquí?"

"Tu piso siempre está ocupado", señala Jaehyun. Indiferente como es, simplemente se encoge de hombros. "Aun mejor. ¿No lo crees?"

"¡Guau! ¿Esta es tu oficina, papá?"

Por alguna razón, la pregunta de Minjee salió más fuerte de lo que pensaba. Y debido a que el piso está demasiado silencioso (antes de su llegada, claro), cualquier palabra pronunciada que sea más fuerte que un susurro se puede escuchar fácilmente a un metro de distancia. Conociendo a todo el mundo, escuchar la voz cantarina de un niño pequeño es algo que no esperaría en una ajetreada mañana de lunes.

La oficina se vuelve silenciosa antes de que Taeyong pueda incluso evitar que su hija abra la boca.

Silencioso, es demasiado silencioso, uno puede escuchar caer un alfiler sin esfuerzo. Aquellos que han estado bordeando cubículos mientras equilibran su papeleo en sus manos se detienen en seco, aquellos que han estado recibiendo llamadas telefónicas de izquierda a derecha dejan sus conversaciones para mirar a la familia a la vista y a sus amigos, quienes casi parecían ni siquiera la llegada de un presidente puede interrumpir sus negocios; ahora se acercan a ellos con una mirada nerviosa en sus rostros, incluido Jiho.

Taeyong había estado demasiado concentrado en las reacciones de todos en la habitación que no se dio cuenta de que su novio tomaba posesión de su mano. Y a pesar de sus mejores esfuerzos por alejarse, impulsado por el instinto y el impulso, el fuerte agarre de Jaehyun simplemente no se movió.