¿A donde van los tristes ?

♠︎ Aire de grandeza ♠︎

Le gustaba vivir en conflicto y nadie lo entendía, pero es que su conflicto más grande era con él mismo

Ignacio Rodríguez estaba acostumbrado a tener el control sobre todo y sobre todos, pero ese control se vio afectado cuando su padre y el dueño de toda la empresa le hizo saber que a pesar de los buenos números mostrados en las juntas sentía que el trabajo de Ignacio no era el mejor y es que ¿cuando lo seria? Si todo lo que hacía Ignacio estaba mal para el viejo.

El señor Roberto Rodríguez, Dueño y ex presidente de la empresa siempre vio a sus otros dos hijos Gabriel y Gregorio capaces de asumir las riendas de su empresa, pero ambos declinaron a la oferta quedando como última opción, Ignacio, No era que Roberto no lo creía capaz del todo, solo no lo veía humilde. Su crianza fue muy diferente de la de sus otros dos hermanos, al ser el menor lo tuvo todo.

Ese Viernes luego de que su padre le dijera que tendría una inspección de una semana completa de todo su equipo hizo que se sintiera como un niño que necesita ser vigilado, no quería aceptarla pero no tenía opción, el viejo no se quedaría tranquilo hasta no ver que todo estuviera en orden.

Eran pasadas las 8 de la noche, había perdido la noción del tiempo, estaba allí en su oficina, rodeado de oscuridad lo que le generaba paz y tranquilidad, pero ese ambiente fue interrumpido por un toque en su puerta.

Espero a quien fuera se largara y lo dejara en paz pero aquella tonta persona se atrevió abrir la puerta

-Ig..Ignacio ? - ¿Olivia? Debió haberse ido hace como 3 horas

-¿Ignacio, estas aquí? - pobre alma indefensa, acabas de meterte a la boca del lobo.

-Pasa - casi pudo sentir como el cuerpo de aquella chica temblaba

La observo un poco,  casi como un animal a su presa, la chica no era fea, solo que tenia algo que no le encajaba. -