"Así comenzó nuestra historia" ~JaimexNico~

~Octava Parte~

Anteriormente en el POV de Nicolás:

Jaime: ¿Amigos?

Yo: Amigos. –sonreí aparentando una sonrisa.

No era una bala en el corazón.

No era un insulto.

No era nada de eso lo que me estaba matando por dentro.

Era sólo una palabra y una persona.

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~Narradora~

Hace cuatro meses ocurrió aquel hecho en que Jaime y Nicolás se volvieron amigos, literalmente. Ese día conocieron a Óscar y Alexander que habían llegado atrasados y los únicos puestos desocupados estaban detrás de ellos. Los seis chicos con el pasar de los días se volvieron muy unidos, a pesar de ser diferentes en muchas cosas eran muy iguales en otras. Cabe agregar que emprendieron una página web que les resultó de maravilla.

Los que podían iban a la casa de Edgar a estudiar, ya que este resultaba ser el más mateo y responsable. Por otro lado la casa de Jaime era para hacer carretes piolas entre ellos ya que era la más grande, la madre era muy relajada y los quería a todos como si fueran sus hijos sobre todo a Edgar y Nicolás. Aquella señora a pesar de haberse separado de su marido hace dos meses y que este tomara la custodia de su hija siguió de pie luchando por su hijo.

***

Nicolás al borde de las lágrimas marcó temblando el celular de su amigo Jaime. Al quinto tono este respondió.

Jaime: ¿Aló? ¿Nico? –dijo mañoso.

Nico: Jaime... -trató de calmarse- ¿Interrumpí algo?

Jaime: Sólo dormía un siesta... -dijo confundido, era raro que el moreno lo llamara – pero no importa ¿Qué pasó? Suenas decaído.

Nico: Es que... –un largo silencio se hizo presente, él trataba de encontrar las palabras para sintetizar todo pero su mente estaba apagada– Mis padres me echaron de la casa... discutimos muy fuerte –empezaron a caer sus lágrimas y el nudo en la garganta le dolía– y-y no sé a dónde ir y –lloraba– me preguntaba si –hizo otro silencio pero esta vez más corto– podría quedarme unos días en tu casa –agregó velozmente– ¡Pero si no quieres no importa! Hahahaha –fingió una risa que no le salió convincente.

Jaime: Puta Nico lo siento tanto– dijo apenado–  mira acá en la casa tenemos una habitación que sobra, que era de mi hermana. Tiene un closet y escritorio pelados, así sin nada. Ni hablar de la pieza en sí. Así que junta todas las cosas que necesitas hasta la lámpara de escritorio y computador. Mi mami nos pasará a buscar a las 11 de la noche en la camioneta. Ahora iré a tu casa a ayudarte.

Nico: Pe-pero Jai–

Jaime: Pero nada. Nos vemos. –colgó.

~Narra Jaime~

Realmente necesitaba ayudar al Nico... es mi mejor amigo.

Él no es de las personas que llora o está triste. Escucharlo así a través de la línea me rompió el corazón. Lo puedo ayudar y no pienso quedarme de brazos cruzados.

Le conté la situación a mi mamá. Putió a los padres del Nico de una manera... ya que ella conoce como es él y sabe que no se merece eso. A no ser que fuese un vago o delincuente. Pero el Nico es todo lo contrario. Un gran weón con un enorme corazón que está en el Instituto Técnico becado. Ella me apuró a que fuera a ayudarlo. Le di la dirección de la casa del Nico y me dijo que a las 11 de la noche estaría puntual.