11 Hours +18[En español]✔️

Capítulo -4-

                    Hora tres:

Cuanto más tiempo pasaba, más me convencía de que en realidad era un infierno.

Eso hacía al menos cinco grados más de lo que había sido cuando entramos en ese caluroso
caja de la muerte, y estaba tentada de desnudarme hasta quedar en ropa interior.

Yo pateé me quité los zapatos y desabotoné los botones inferiores de mi blusa, dejando solo unos pocos en el medio para mantenerlo cerrado.

–Sigue–, le instó.

–Si te desmayas aquí, no será divertido para ti.
yo. Sigue adelante–.

Algo en la mirada hambrienta de sus ojos me hizo temblar, pero
no pudo evitar el impulso de hacerlo esperar.

–Está bien donde está por ahora–. yo lamí mis labios y lo miré, notando por primera vez que yo no era el solo uno siente calor en ese ascensor.

–Tu turno–.

Se puso de pie lentamente, con los ojos fijos en los míos mientras se quitaba ese traje negro.
se quitó la chaqueta y la tiró al suelo. Me retorcí cuando su amplio, fuerte deslizó las manos por su camisa de vestir hasta su corbata y tiró, haciendo que mis piernas formaran parte de él.
su propio acuerdo.

Me di cuenta de mi turno cuando sucedió y presioné mis rodillas
juntos para detenerlo, luego esperó a Dios que Harrison no lo hubiera visto por
él mismo.

–No me hagas caso, también puedes quitarte la camisa–.

–Oh, no me importa–dijo, manteniendo la corbata suelta alrededor de su cuello mientras comenzaba a trabajar en esos botones.

–En lo que a mí respecta,
ni siquiera estás aquí. Gracias por aclararlo–. Lo miré de todos modos, incluso si eso era
suficiente rechazo para que yo capte una pista. El no te quiere, el quiere entretenerse y se lo estás poniendo jodidamente fácil.
Desvié la mirada después de mi charla mental y me ocupé con mi taza.
de hielo y coca cola aguada. Lamenté no tener mi teléfono conmigo cuando salí a esa estúpida caminata, por lo menos ahí tenía libros descargados

y no tendría una sola cosa que mirar. Una cosa exasperantemente hermosa, pero ese no era el punto.

Era algo que no podía tener.

–No esperaba que cedieras tan fácilmente, Briella–. Se quitó esa camisa todo el camino y se deslizó por esa pared de espejos, usando la ropa desechada
como almohada para su asno farisaico.

–Veo que no ha cambiado mucho–.

–¿Qué significa eso?–pregunté, ignorando su cuerpo perfectamente tonificado y
la forma en que la corbata oscura caía sobre su pecho, y en su lugar miró fijamente a su
Ojos verdes estúpidamente perfectos.

¿Había algo en este hombre que no fuera perfecto?

–Siempre has sido así. Empujas, insultas a las personas y
Finge que eres dura, pero en el momento en que alguien nivela el campo de juego y
contraataca, te quedas en silencio. Esperaba que tal vez hubieras mejorado en eso.
Oh sí. Su boca–

–Supongo que no lo he hecho–. Fruncí el ceño y me tomé un momento para contemplar eso.
y en realidad no era cierto, al menos no con la mayoría de la gente, solo con él.

Yo Necesitaba averiguar por qué era eso, y por qué él era el que siempre se enfadaba. bajo mi piel. Ninguno de los otros pretenciosos abogados de la oficina lo hizo.

–Tú yampoco he cambiado, ya sabes. Finges que estás interesado solo lo suficiente como para ahuecar tu ego, y luego dices algo frío y mezquino para callarte abajo. No acariciarías mi ego, pero me estás mirando de esa manera.
eso me hace empapar jodidamente mojada, todo mientras me dice que ni siquiera estoy aquí para ti. Soy dura, Harrison. Simplemente no manejo bien la lujuria no correspondida. soy un
humano, con defectos y emociones molestas. El campo de juego no está nivelado,
siempre estás por delante. Por eso promocionas tan fácilmente, por eso eres un jodido abogado tan bueno. Nadie podría seguirte el ritmo aunque lo intentara–

–Así que eres una perra para mí porque quieres follarme, ¿verdad? entendiendo eso correctamente?– preguntó, sin parecer sorprendido en el
lo más mínimo.

–Si quieres que te arranque esa falda y te lleve directamente
aquí en este ascensor averiado, todo lo que tienes que hacer es preguntar, Briella–
Con una mirada entrecerrada, me incliné hacia adelante desafiante.

"¿Sí? Venir jódeme, Sr. Abogado. Ven y llévame en este ascensor como si fuera lo último
alguna vez lo harás, porque ¿adivina qué? Puede ser."
Harrison se levantó, arregló su corbata torcida y suelta y se acercó para ayudar.
yo a mis pies. Por un momento, pude verlo en sus ojos: quería besarme a mí, para darme lo que pedí. Pero su mano encontró mi barbilla en su lugar y él
me empujó bruscamente contra la pared, luego se inclinó y susurró:

–Di por favor, gatita–.
Podía oler su colonia, su embriagadora y deliciosa colonia, y como
Por mucho que quisiera rogar, no lo haría.

Él era un imbécil. el podria llamar yo una perra todo lo que quería, pero nunca fui una perra para alguien que trató
yo justamente. Él nunca lo hizo.

–No. Tú dices por favor·
Me odié por eso, especialmente cuando dio un paso atrás y se sentó. Otra vez como si no le molestara.

–No–. Me quedé contra el espejo mientras recuperaba el aliento. Una pequeña parte de mi
Pensé que podría hacer eso, pero la mayoría de mí asumió que ninguno de nosotros diría
por favor al final y todavía me llevaría aquí, ahora mismo. El hecho de que
no se sintió peor.

–De acuerdo–.No sabía si le estaba diciendo eso a él o a mi misma, pero no importaba. Me senté torpemente, luchando por sentarme de una manera
eso no tenía todo mi enfoque en mis bragas mojadas, pero me rendí después de un
momento.

–Pregúntame de nuevo cuando te hayas decidido. Ahora mismo, tu
boca dice "Fóllame como si me
algo más. No te tocaré hasta que elijas un bando.– abrió el
botella de whisky y tomó otro sorbo.

–No me importa de qué lado, pero necesitas para elegir uno–.
No sabía cómo desempacar eso. En lo que a mí respecta, mis ojos
estaban diciendo exactamente lo mismo, pero aparentemente vio algo diferente.

Simplemente no pude ganarla.

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