Paso 1: Escoge el lugar y tiempo adecuado.

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"Yuuta, tenemos otra situación al norte..."

Okkotsu se sentía muy frustrado. Cada vez que intentaba dirigirse hacia la habitación contigua a la suya, alguien lo interrumpía para pedirle su apoyo con algún problema.

Odiaba tener que alejarse de sus amigos; además, solamente quería regresar hacia donde se encontraba aquel hermoso hechicero.

"Sin problema. Por favor, guíeme a ello," Yuuta mencionó luego de respirar hondo para volver a cargar el bolso de su katana. Recién había llegado de una misión cuando debía salir a otra.

El tiempo que Okkotsu entrenó en el extranjero le permitió incrementar no solo su fuerza, sino su paciencia. Pero luego de que los juegos malditos terminaran y Gojo fuera liberado, los mandos mayores habían realizado un trato con Yuuta. El joven debía exterminar todas las maldiciones restantes en Tokio para obtener la libertad condicional.

Yuuta estuvo de acuerdo ya que deseaba escaparse junto a alguien en algunos meses más.

Y ese alguien especial era el que más deseaba ver. Su relación con Inumaki había improvisado desde que compartieron maldiciones. Incluso los mandos mayores reconocieron a Toge como un hechicero de primer grado.

Pero con tanto caos, discusiones, y el orden del mundo de la hechicería colgando de un hilo, ellos no habían logrado tener un tiempo para hablar de todo lo sucedido previamente. Por su parte, Okkotsu había pensado en miles de formas para declararse oficialmente al joven, pero la más cercana a su realidad era un pequeño picnic nocturno con ramen picoso.

Sin embargo, sus tiempos jamás se coordinaban. Solo lograban decirse unas cuantas palabras en el pasillo antes de que fueran enviados a diferentes misiones casi al extremo opuesto de la ciudad. Okkotsu pensaba que los altos mayores realmente estaban probando su paciencia al impedirle tener contacto especialmente con ese joven.

El joven pacientemente caminó de vuelta a la entrada de la escuela cuando en su recorrido observó dos figuras riendo mientras se dirigían hacia una de las ventanas en el edificio izquierdo.

Aquella imagen era peculiar. El reloj casi marcaba media noche y los alumnos no tenían permitido vagar afueras de las instalaciones luego de las once a menos de que estuvieran en misiones, así que Yuuta rápidamente se dirigió hacia aquel lugar para analizar quienes intentaban entrar por la ventana de un pasillo menos concurrido. Pero al sentir aquella conocida energía maldita, su movimiento se detuvo.

"Shush, nadie circula por aquí así que no hagamos tanto ruido."

"Ikura, ikura," Tu eres el ruidoso.

Dos palabras bastaron para que Yuuta sonriera y caminará con emoción hacia aquellos dos, que parecían cargar dos bolsos en sus manos mientras abrían la ventana para arrojarlos hacia el pasillo. Sin embargo, ambos se detuvieron al sentir la presencia de la energía maldita del mayor.

"¿Qué están haciendo, chicos?" Yuuta preguntó tranquilamente al llegar detrás de aquellos dos.

"¡Okkotsu-senapi! ¿Qué hace aquí tan tarde?" Itadori trató de murmurar, pero su emoción sobrepasaba su tono, así que Inumaki sostuvo su brazo derecho mientras le pedía calmarse. "Lo siento, pensé que era Gojo y me asusté."

Yuuta sonrío con diversión al escucharlo. Si bien, luego de que Gojo fuera liberado, el alma de Geto había regresado a su cuerpo y después de tantas charlas con Gojo, se había decidido mantenerlo bajo su custodia evitando que saliera de la escuela de hechicería sin su compañía. Así que ahora era normal que ambos vivieran en la misma habitación e incluso se podía encontrar restos de la energía maldita de Geto sobre Gojo.

Yuuta aun así miró a su alrededor para asegurarse de que nadie más lo hubiera seguido. Luego se acercó hacia Inumaki para observar como la luz de la luna iluminaba ligeramente su zíper abajo, por lo cual notó como una pequeña sonrisa era dirigida hacia él.

"¿Sake , konbu?" ¿Ya has terminado por el día de hoy? ¿Cómo te fue?

Al ver aquellos labios, Yuuta dudó un poco sobre si debía mentirle para permitirle que regrese a su misma habitación. Sin embargo, el problema afuera no lo esperaría.

"Terminé la de hoy; pero me asignaron otra, así que voy de salida," Yuuta comentó antes de observar como el agarre de Inumaki a Itadori no se había detenido, sino que el menor lo había sostenido con más tranquilidad. "Además, ¿Qué es lo que hacían? ¿salieron tan tarde?"

"Fuimos al cine. Hace tiempo que queríamos ver esta nueva película de terror y como hoy tuvimos una misión juntos, decidimos fugarnos al cine. Pero de regreso nos entretuvimos en varios arcades," Itadori respondió alegremente antes de apuntar con su mano libre hacia las bolsas cerca de la ventana. Yuuta se sintió más fastidiado al notar como con su otro brazo Itadori sostenía la mano con el anillo que él le había dado a Toge.

"Oh... no sabía que ustedes se llevaban tan bien," Okkotsu murmuró antes de volver a enfocarse en Toge. No tenía algo en contra de Itadori, pero no podía mantenerse tranquilo al saber que alguien a Inumaki. "¿Ganaste algo?"

Toge asintió antes de apuntar con su mano libre la bolsa más grande. "Bonito flakes, Mentaiko, ikura." Gané varias cosas. Itadori me ayudó a hacer trama en varios juegos.

Itadori río antes de negar con su cabeza y defender sus técnicas.

Okkotsu solamente sonrío con tranquilidad mientras su interior quemaba. No era celoso, había aceptado que Inumaki podía salir con los demás si él no estaba. Pero que tuviera una relación tan cercana y divertida con Itadori hacía a Yuuta dudar sobre qué estaba pasando.

"Ya veo, entonces, ¿imagino que ya van a sus habitaciones? ¿necesitas ayuda con esa bolsa?" Okkotsu preguntó hacia Inumaki, quién estaba por responder cuando Itadori negó.

"Yo puedo ayudarle, senpai. Desde que tengo el cuarto a lado de Inumaki-kun, es más fácil escaparme y robarle los dulces," Itadori comentó felizmente antes de soltar la mano de Toge para sostener ambas bolsas.

Yuuta se rindió respecto a la falta de comprensión de Itadori para poder tener un tiempo a solas con Inumaki. Sin embargo, este último se acercó hacia Okkotsu para picar su mejilla.

"Ikura, Shake," No hagas pucheros, luego ven a buscarme.

Toge sonrió con suavidad antes de alejarse hacia la ventana, saltando adentro del oscuro pasillo. "Ikura." Vamos.

Itadori comprendió su señal y solamente volteó hacia Okkotsu para sonreírle. "¡Hasta luego senpai!"

Aquella despedida no fue tan silenciosa, por lo cual se ganó un pequeño golpe de Inumaki. Yuuta río al observar aquella escena, sin embargo, su sonrisa desapareció al notar como Itadori volvía a sostener la mano de Toge y le susurraba algunas cosas mientras ambos desaparecían en la oscuridad.

La pequeña sonrisa que Yuuta había plasmado al observar a Inumaki, finalmente se disipó al notar aquella imagen. Su mente comenzó a juntar los hilos para buscar alguna respuesta lógica a lo que había mirada. ¿Acaso Inumaki e Itadori compartían una buena amistad? ¿Desde cuándo se conocían? ¿Por qué Inumaki sostenía su mano con confianza?

Aquello era extraño pero el mayor no tenía oportunidad de averiguarlo, así que solo decidió omitir aquellos pensamientos para caminar de regreso hacia la entrada de la escuela. Aún tenía la obligación de cumplir con aquella misión para luego descansar un poco a lado de sus amigos.

O eso creía.

¿Cómo proponerse a un portador del discurso maldito? Por Okkotsu Yuuta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora