Capítulo 4

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En ningún momento en su corta vida Felix ha experimentado la timidez y vergüenza, cómo en esos momentos lo sentía en todo su esplendor.

La mirada incrédula que recibía por los demás alumnados le provocaba tanta rabia que no evitaba gruñirles para que le dejasen libre el camino por donde transitaba. La sorpresa en sus facciones le aseguraba que no podían creer lo que captaba su olfato desarrollado, y menos venir del dominante León Omega respetado en todo el recinto.

Porque vamos, no es como que el Omega se la pase apareándose con algún Alfa en los baños cada que podía. No, por supuesto que no. Ningún individuo a gozado del placer siquiera de rosar alguna porción de la hermosa piel de Felix, por eso era súper extraño sentir que provenga del Omega macho ese aroma característico a sexo.

Si, Hwang Hyunjin lo había follado tan rico y bueno en el baño del recinto.

Y ese aroma era algo difícil de ocultar para los Alfas y omegas que su sentido del olfato está capacitado para identificar cualquier olor en particular. Como por ejemplo, el olor a sudor, sexo y semen que provenía impregnado en Felix por todo su cuerpo.

El omega aún sentía la esencia cremosa de Hwang en su culo que se resbalaba con lentitud por sus muslos, identificando a gritos lo bien follado que lo habían dejado.

Vergonzoso, porque no es como que el anduviese presumiendo a grito partido a todo el mundo lo bien que lo folla su humano. Pero ahí estaba caminado en el patio del recinto rumbo hacia la cafetería para recuperar energías con alimentos sólidos.

Le encantaba comer mucho después del sexo. Así como también le encanta que su chico hormonal haya convertido el sexo en su deporte favorito y que goza de practicarlo las 24/7.

Si el muchachito le salió con una muy buena resistencia así como también bien dotado, el muy mañoso era quien tomaba la iniciativa en todo momento y él como todo Omega que está hasta el tuétano colado por el humano, se lo permite sin rezongar. Por esa razón es que ahora mismo va bien follado, con el semen de Hyunjin en el culo, todo sudoroso con sus feromonas alborotas cuán colegiala chillona enamorada de su artista favorito.

Y que para el colmo su cabello yacía enmarañado al igual que su ropa desordenada. No era justo que haya durado mucho tiempo en ponerse bonito para su bebé grandote como para qué el mencionado lo haya estropeado en segundos.

Pero le fascina.

Felix entró a la cafetería bufando por la cantidad de personas en el local ya que odiaba las multitudes y más cuando le toca hacer fila para la comida o cuando no queda más comedores para sentarse y merendar.

-Ey, ¿Felix?- esa voz reconocida le llamo la atención no por gusto sino porque tenía ya rato de no ver al tipo.

Detuvo su camino y observó el rostro fresco de Minho, su antiguo compañero de secundaría.

-Minho, ¿Qué tal?- lo saludó con una cálida sonrisa, esa que deja ver sus dientes blancos y que solo su bebé grandote miraba.

-Bien amigo, ¿y tú?- el Alfa estuvo a punto de acercarse y abrazar al Omega, no obstante el potente aroma a recién apareamiento le obligo a permanecer en su lugar, algo incómodo.

Felix percibo el cambio drástico de actitud en Minho y dedujo que no le agradó en lo absoluto que oliera a como lo hacía. Pero vamos, no es su culpa que el Alfa haya tenido razones para ilusionarse con que algún día podrían ser pareja.

-Uhm, no me quejo. Estoy en buenas condiciones- con otra sonrisa Felix logro calmar un poco el ambiente tenso, provocando que el Alfa también sonriera. Pero más no cierto jovencito que tenía su frente fruncida molesto.
Así que en menos que se lo esperaba, Felix tenía a Hwang Hyunjin detrás de su espalda con ambos de sus brazos fuertes rodeando su estrecha cintura mientras acomodaba su cabeza en su hombro.

Tonto, pero no Tanto. ʰʸᵘⁿˡⁱˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora