Nadie me dijo que era obligatorio escribir todos los días, solamente lo hago cuando pasa algo interesante. Así cuando sea una vieja y tenga nietos o sobrinos les leeré ese diario para que tengan pesadillas por las noches buajajajaja.
Adivina quien está pasando las vacaciones visitando un asilo?
Pues yo, así es.
He descubierto que los ancianos son más interesantes que las personas normales, también tengo que hacerlo porque mi abuela está internada ahí. Ella sola se quiso ir, dice que en mi casa hay mucho estrés en el aire y que estaba muy vieja para eso. La verdad es que sí, por las tardes mi padre trabaja en la casa y se pasa todo el tiempo en el computador, mi madre siempre llega de noche y la mayoría del tiempo está estresada, yo por otro lado estaría en mi cuarto o por ahí.
El caso es que en el acilo me han enseñado los movimientos de las piezas de ajedrez, me cuentan anécdotas de su juventud, me ponen a escuchar música aburrida pero cuando escuchas la letra te sorprende e incluso conozco a un hombre que en su época fue un travestís– y valla leyes que tiene– en fin, es mejor eso que estar encerrada en mi casa.
