s ㅤ male oc fanfiction.
ㅤ ㅤ ❛I close my eyes
ㅤ ㅤand all I see is you
ㅤAnd the small things you do❜
──────1O·O8·22─2O·12·22 !
no adaptaciones / imitaciones
es un fanfiction, nada es serio.
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Josh.
──WHAT THE FUCK ARE YOU DOING HERE? ─mi gritó probablemente se escuchó por todo el edificio, mi cabello estaba hecho un desastre y mi cara somnolienta quizás era un asco.
Me encontraba en la universidad, había venido para hacer una actualización de mis documentos que se necesitaban para mí título. Cuando todo estuvo listo me habían entrado unas ganas de dormir, por lo que me había quedado jetón/dormido en la sala del club de administración. No era consiente del tiempo, pero sabía que había pasado mucho desde que había cerrado los ojos.
──¿Amaneciendo de mal humor, rubio? ─aquella persona me extendió un café americano, sin dudarlo lo tomé entre mis manos y dí unos cuantos tragos, sintiendo el líquido caliente pasar por mi garganta─ Es raro verte en la uni, casi siempre estás en tu cueva ─podía sentir sus manos acariciar mis cabellos, aquello me causaba más sueño.
──Para ─agarré sus manos entre las mías mientras ella reía levemente─. Fue sobre los papeles y eso, ya sabes.
──Ah, si ─pude escuchar un largo suspiro pesado de su parte─. Anoche estaba como loca buscando mis papeles, que por cierto estaban debajo de mi colchón.
──Grandeee ─la abracé y está vez nos tiramos juntos al colchón, en señal de que quería continuar con mi siesta.
──Ví tu directo, el show que se armó entre Quackity y Carrera fue divertido ─comentó, jugando con mis dedos─. ¿Ahora tienes dos novios?
──Sip. Creí que ya no tenías Twitch.
──Obvio si, ya esté en la mejor fiesta con Bad Bunny o en el funeral de la Reina Isabel voy a estar viendote ─comenzó a jugar con mis rulos, causando así una sonrisa en mis labios.
Si, esa chica me gusta un montón. Se llama Romina, Romi para los amigos, la conocí en mi primer día de universidad y me había enganchado al instante. Claro que solo somos amigos, soy su mejor amigo de hecho, algo auch pero mínimo era algo.
La amistad que habíamos desarrollado era demasiado buena como para yo llegar y decirle "oye, me gustas". Probablemente tenía chance pero quería ahorrarme la incomodidad que se podía crear entre los dos, aparte me causaba tremenda inseguridad el confesarme frente a ella.
