Sᴇʀɪᴇ ᴅᴇ Cᴏʀᴛᴏs MDZS II

Eɴᴏᴜɢʜ

Antes de iniciar, ADNVERTENCIAS de:

—OCC
—Trama rápida
—Comedia
—OCC
—Jiang Bashing
—Mundo fanfic
—OCC
—Mami gallina Xian
—¿Ya mencione OCC?

¡Eso es todo!

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En primer lugar, estaba jodidamente molesta. No se supone que debería suceder de esta manera; en segundo lugar, llegando a la razón de qué fue exactamente lo que Cira hizo mal, la irritación se transformó en absoluta vergüenza. Pero vamos, nunca había tenido problema alguno con aquello.

Verán, Cira y sus primas habían decidido hacer una competencia de quién dura más bajo el agua sin respirar. La adolescente de diecisiete años, confiando en su capacidad para contenerla durante más de dos minutos accedió rápidamente. Cira estaba segura de que nada malo podría suceder, después de todo, habiendo sido campeona del aguante bajo el agua desde pequeña -según las olimpiadas de su familia- para ella era la razón suficiente por la cual ganaría otra vez.

Debió suponer que no sería una buena idea, cuando hablamos de competir entre las mismas mocosas con las cuales creció. Al fin y al cabo, tanto Zenda y Zara siempre han sido las más problemáticas de la familia gastándole bromas a todos.

Pero Cira siempre vio lo mejor de todos, y confió en que esta vez sus primas no le fallarían. Su ingenuidad le valió la vida cuando luego de iniciar la competencia, Zara y Zenda jamás se hundieron junto a ella; entonces, era obvio que Cira se mantendría bajo el agua conteniendo la respiración más de la cuenta. ¡Algo totalmente estúpido ahora que lo piensa con detenimiento!

¿Y qué puede hacer al respecto si ya lo hecho, hecho está? Solo le quedaba lamentarse su vergonzoso final. Después de todo, Cira tenía un gran futuro por delante con el magnífico proyecto de vida que ella misma había hecho. Desde su salida de la universidad hasta casarse, tener dos hijos y muchos conejos tal y como la pareja principal proveniente de su libro preferido. ¡Pero ya nada de eso podría ser cumplido!

Aunque, un momento. ¿Cómo es posible que todavía tenga conciencia y además, pueda respirar?

Tan pronto abrió los ojos, Cira se dio cuenta de que en realidad no sólo estaba viva; sino que además estaba en un lugar desconocido, su cuerpo era mucho más diminuto de lo que recuerda. Y, para el colmo -su jodida suerte- ¡Se hallaba sobre lo que parecía una canasta flotando en un maldito río! ¡¿Qué clase de Moisés se estaba haciendo?! ¿Acaso fue abandonada a su suerte porque ni siquiera su madre la quería? ¡¿Era acaso una de las malditas bromas de sus primas?!

¡¿Alguien puede darle una respuesta coherente a la pobre Cira que está al borde de la locura?!

¿Por qué? Sólo...¡¿Por qué?! ¡¿Qué hice mal en mi vida?!

Lo único que pudo hacer, sin problema alguno, fue echarse a llorar con desesperación. Eso, en definitiva fue lo peor que pudo atinar a hacer. Ya que, el llanto que salió de su garganta...¡Pertenecía al de un bebé! ¡Cira estaba en el cuerpo de un bebé! ¡¿Es que acaso las cosas no podrían ponerse cada vez peor?!

Nunca en la vida esperó que algo así sucediera. Jamás esperó que su destino sería el de morir por su idiotez, para ir a parar al cuerpo de una bebé que iba directamente a su muerte. Así que, obviamente lloró con más ganas. ¡Mucho más por frustración!