1

249 11 1
                                    

16 años después

Señorita Mika, ya es hora de irnos - habla Daeki, mi mayordomo

— Ya voy — alcé un poco la voz para que me escuchará. Ya que yo estaba en mi habitación terminado de lavarme los dientes.
Salgo de mi habitación, paso por enfrente de la habitación de mis padres, tocó con sutileza y mi padre, abre enfadado como siempre

— Ya te hemos dicho que no nos molestes pequeña chingadera — dice viéndome

— Lo lamento papá, solo quería despedirme de mamá — contesté agachando la cabeza

— Deja que mi pequeña pase — dice mamá en voz baja

— Está bien — contesta papá rodando los ojos con fastidio — pasa, pero apúrate que no tengo todo tu tiempo. Además, se te hará tardé

Entre a la habitación y fui con mi mamá. Me senté en un hueco que había en la cama

— Hola mamá — le agarre la mano con suavidad

— Hola cariño — susurra con una gentil sonrisa

— ¿Cómo estás? — pregunté

— Ya mejor, mi niña — responde — el doctor dice que pronto ya estaré como nueva

— Eso espero, que ya quiero seguir haciendo desastre en la cocina — comenté con una leve sonrisa.

— Jajaja, los buenos momentos — responde vendome — recuerdo que una vez, hicimos churros, pero para que nos saliera bien, tuvimos que hacer un tremendo desastre en la cocina

— Si, ya aún recuerdo ese día como si fuera ayer y la verdad, eso paso cuando tenía 8 años — sonreí

— Feliz cumpleaños mi vida. No te pude comprar tu regalo como todos los años pero... — dice

— No mamá, no te preocupes — la interrumpí — solo con tenerte a tí es más que suficiente. Además, ya tengo demasiadas cosas que me has dado a lo largo de mi vida

— Te amo mi niña — dice apretando mi mano con un poco más de fuerza

— Yo también te amo, mamá — respondí. Le di un beso en la mejilla — bueno, ya me tengo que ir al instituto, pero cuando vuelva, te vendré a visitar nuevamente

— Ve con mucho cuidado, mi niña — responde

Me levanto de la cama y voy a la puerta

— Recuerdanos siempre, mi niña — dice mamá. Papá, se acerca a mí y me abraza. Es la primera vez en todo este año, que me abraza, la verdad, me sorprendió bastante

— Perdón, perdóname, hija mía, por comportarme como un completo imbécil este último año. — dice. Era cierto, desde esa vez, de ese estúpido accidente con mi magia descontrolada, y que termine casi dejando sin manos a mi mamá sin querer, él dejo de ser gentil conmigo. Y tenía razón, es normal que reaccionara él así, lo entiendo y no reprochó. — cuídate mucho, cariño. Que tengas un buen viaje

Cada palabra, sonaba como si se estuviera despidiendo, hasta las palabras de mamá sonaron así.
Salgo de la habitación y cierro. Bajo las escaleras y me dirijo hacia la salida. Cuando salgo, veo a Daeki ya en su asiento, así que yo me subo en el asiento tracero como siempre, me abrochó mi cinturón de seguridad. Él comienza a manejar, yo me quedé viendo la ventana del auto

Recuerdo

Estaba jugando con dos niño, uno era de cabello color azul, una cara inocente y el otro, era un niño de cabello negro con cara de rebeldía, además, siempre llevaba una sudadera con gorro

— Princesa — dice el niño rebelde — yo seré tu protector cuando seamos grandes

— Eso no es cierto — dice el niño de cabello azul — yo seré

— Mejor ambos la protegemos — comenta el niño rebelde — así, ambos estaremos a su lado. Aunque tú estarás por el resto de su vida — susurra esa última frase

Veo que mis padres llegan y al ver a los dos niños, les cambian las expresiones a una de sorpresa.

— Señor, señora — ellos hacen una reverencia al ver a mis padres

— Bueno, bueno, ya mucho juego por el día de hoy. Mañana pueden seguir jugando — dice papá sonriendo

Yo me levanto y corro hacia ellos, papá me carga, me despido con la mano. Vamos hasta el auto y me suben, rato después, llegamos a casa

— Bien mi niña, ve hacer tu tarea para que después vayamos a ver una película — dice mamá

— ¡Bien! — subí corriendo a mi habitación, cuando llegue, dejé mis cosas en la cama y empecé a hacer mi tarea. Que trataba sobre las leyendas mitológicas Griegas. Había una en especial que me llamo mucho la atención, era la de Hades y Perséfone.
Terminé de hacer mi tarea y baje a la sala, mis padres me vieron con una sonrisa, yo me acerque a ellos y les extendí mi libreta y un lapicero. En cada tarea, tiene que llevar mi hoja firmada ya sea de mi madre, mi padre o ambos. Cierro la libreta, subo nuevamente a mi habitación, guardo mi cuaderno en mi mochila y la dejo lista para el otro día.

Bajo nuevamente a la sala, dónde empecemos a ver una película juntos, ellos me dejaron escoger y al final, terminé escogiendo la trilogía de Transformers. No me gusta las últimas dos, ya que no me dieron detalles de como es que los Autobots terminaron en una batalla contra los humanos y mucho menos que pasó con Sam

Fin del recuerdo

La Diosa Del Inframundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora