— Te llevaré a casa — dice el caballero oscuro
— ¿Que cosa? — pregunté — ¿Quien eres?
— Mika, hija de Hades y Perséfone. Por órdenes de tu padre, he venido a llevarte con él — contesta.
Yo sigo retrocediendo, pero el caballero va acercándose mientras más me alejó, en eso, él me iba a agarrar, pero alguien se interpone repentinamente
— Creí haber dicho cuando era pequeño que te iba a proteger, ¿no crees? — dice un chico con una sudadera que tiene gorro
— Maldito, ¿quien eres? — pregunta el caballero
— Uno de los hijos de Zeus, Ryū — dice el chico — soy uno de los caballeros protectores de Mika
— Un caballero, ¿eh? — dice burlón — bien, muéstrame lo que tienes
— Aléjate un poco, Mika — dice el chico
Yo hago lo que él me pide, me acerco hacia el auto donde iba yo, intentando encontrar a Daeki
— Jajajaja, que creíste niña, él no vino solo — sale otro demonio. Van apareciendo más demonios
— Yo iba decir lo mismo — dicen dos voces. Vemos el cielo y vemos a dos personas, uno de ellos cae un poco lejos de aquí. Me imagino que es uno de los Caballeros de Saori. Un chico de cabello negro con puntas platinadas libera un poder oscuro, por la oscuridad, no puedo ver la forma, pero se qué tiene forma.
Siento una mano en mi mano, veo quien es y es un chico de cabello plateado
— Ven conmigo — me jala con sutileza y me lleva a un lugar "menos peligroso". Él solo levanta la mano y la oscuridad nos rodea. Veo que de la oscuridad que nos rodea, se forma una figura de un Puma, este corre hacia uno de los enemigos y cuando está cerca, se avienta a él destrozándolo.
Después de esos incidentes, los demás chicos se acercan a mí, me sentí incomoda al verme rodeada por chicos con auras demoníacas de frente tenía a al chico que me salvó primero, Ryū, Creo que así se llama. Aparte, ví a un chico que me llamo mucho más la atención, uno de cabello azulado y aspecto tierno, Hiroshi, si no mal recuerdo que se llama. Veo que atrás de Ryu, aparece Daeki, así que con un rápido movimiento, quitó a Ryū de su lugar siendo algo bruca
— ¡Oye! — se queja Ryū al sentirse empujado. No le hago caso y abrazo a Daeki, quien era quien me importaba más en estos momentos.
— Por un segundo creí que te iba a perder — susurré contra su cuello mientras el me seguía el abrazo
— Gracias al cielo que estás bien — dice Daeki acariciando mi cabello
— ¿Quienes son ellos? — pregunté en su oído
— Ellos son tus protectores, Mika — responde susurrando — por cierto, hay algo de lo que te tengo que informar y se que te dolerá, pero tengo que decirlo...
_ ¿Que pasa? - pregunté asustada. Él se quedó callado unos segundos — ¿Daeki?
— Hades al enterarse de que tú estabas viviendo con los Smith.... Los mando a matar — contesta
Esas simples palabras hicieron que me aferrara más a Daeki tratando de calmar mi tristeza. Mis lágrimas salieron sin mi permiso, pero la verdad, es que no me importo en lo absoluto.
En mi corazón, lo único que sentía, era odio, dolor, tristeza, decepción.
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— Lo sentimos mucho, mi Dios. Llegaron los Caballeros protectores de la señorita Mika para impedir que la trajeramos — habla uno de los Caballeros Oscuros
— Así que la traidora de Pandora ya tenía previsto esto — dije levantándome de mi trono — ja, pero sería estúpida si no hubiera pensado que yo iba seguir intentando. ¡Hagan lo que tengan que hacer para traer a mi hija aquí. Así sea, matando a esos caballeros!
— A la orden mi rey — dicen en coro y salen de la sala. Yo golpeó la pared enojado
— Amor, ¿pasa algo? — pregunta Perséfone entrando a la sala
— Pasa que tengo que ir a darle una visita a mi querido hermano menor, Zeus — contesté con frialdad
— ¿Por qué? — pregunta
— Porque el idiota mando a Caballeros protectores especiales a proteger ha nuestra princesa para que no la intentamos traer — respondí — además, alguien que era antes leal a nosotros, considera como uno de los mejores caballeros de la oscuridad y prometido de Mika, traicionó para poder protegerla de nosotros.
— ¡Maldito hijo de perra! — dijo furiosa - ¡No me importa si yo misma tengo que bajar por ella! ¡Ella estará aquí sea como sea! ¡Aunque la tengamos que secuestrar! ¡Y sobre todo, mataré a ese imbécil de Hiroshi!
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Estábamos en una mansión, que por lo que explicó Daeki, la compraron especialmente para Saori y para mí. Cuando llegamos, Daeki me mostró mi habitación. Era hermosa, pero aún así, mis ánimos siguieron por los suelos. Salí de mi habitación para ir a la de Saori, cuando estoy en la puerta de su habitación, tocó
— ¿Quien? — pregunta
— Soy yo, Mika — respondo
Saori abre y me abraza. Me deja entrar a su habitación, la cual también es bastante bonita
— ¿Estás bien? — pregunta — me enteré sobre lo de tus padres, enserio, lo siento mucho
— Tranquila, pronto se me pasará — contesté — ¿Cómo estás tú?
— Confundida — responde — de la nada llegan y...
— Te entiendo — dije — yo... Yo estoy igual de confundida que tú, ¿puedo? — señale el piano. Ella asiente con la cabeza.
Comencé a tocar el piano con una melodía que sinceramente me encanta.
