꙳⭒❝ 𝚃𝚑𝚎 𝙳𝚊𝚛𝚔 𝙾𝚏 𝚈𝚘𝚞𝚛 𝙴𝚢𝚎𝚜 ❞ ⭒꙳

126 17 11
                                    

Sus ojos estaban fijos en el reloj de madera que descansaba sobre la Tv desde hace más de media hora. Por alguna razón las agujas del mismo se movían lentamente, como si tuvieran la intención y consciencia de querer sacarlo de casillas una vez más en el día. No podía creer que afuera ya esté oscureciendo y su novio todavía no llegaba al departamento. ¿A donde andaba tan tarde? Se pasó 15 minutos de la hora que acordó llegar. Seguro que se quedó haciendo el tonto con su mejor amigo, amigo que no le caía para nada bien al castaño. Los nervios empezaban a carcomer su sistema, le temblaba la pierna y estuvo a punto de tomar su chaqueta de cuero y salir en busca del menor, si no fuera porque el ruido de unas llaves conocidas se hicieron notar, para luego dar con el rostro sonriente del chico.

—¿Donde estabas? ¿No ves la hora que es? —Reclamó sin dar tiempo siquiera a que entre a la casa del todo.

La sonrisa se le borró poco a poco tras tener que lidiar con un recibimiento así de brusco. —Te dije que iba a salir con JeongWoo, fuimos a la academia de baile a buscar su título.

—No me gusta JeongWoo, siempre te hace volver tarde.

JungHwan se quedó tieso en su lugar cuando Yoshinori se acercó a él. Lo miró fijamente a los ojos, luciendo enojado, se le saltaba la vena del cuello y sobretodo parecía tener una mismísima oscuridad en su interior, se reflejandose en su mirada. De repente sonrió, y retrocedió dos pasos hacia atrás negando con la cabeza incrédulo. Solían tener esta discusión a menudo.

—Ya me lo dijiste...—Respondió amable queriendo evitar la escena que obviamente se venía, la sabía de memoria, era lo mismo cada vez que salía con sus amigos.

—¿Entonces por qué no me haces caso? Ese chico te lleva por ahí y yo no sé donde estás. ¿Que tal si te pasa algo? Tampoco me contestaste el teléfono. ¿Él te dijo que no lo hicieras?

Tras escuchar eso último, JungHwan se giró con el ceño fruncido. Estaba harto de oírlo decir esas estupideces. Era una persona adulta, por Dios, sabía cuidarse, no hacía falta que su novio lo rete como si se tratara de un niño que apenas sale a la esquina y no conoce el mundo. Tenía ganas de decirle todo eso que pensó, sin embargo, las palabras se quedaron atascadas en su garganta.

—Me llamaste más de diez veces en menos de una hora...no es posible que me pierda sin que te enteres. —Soltó frustrado por la situación.

Yoshinori tragó saliva conteniendo decir algo más, JungHwan estaba molesto, pero él podía ser peor. Le dio una última mirada al menor rebajandolo, y subió las escaleras yendo al cuarto de ambos donde azotó la puerta furioso.

El menor suspiró rendido, tanto drama por una tontería. No le dio muchas vueltas, estaba demasiado acostumbrado, o debería decir, mal acostumbrado. Desde que se mudaron juntos las cosas habían cambiado rotundamente a comparación de cuando solo eran novios y vivían en casas separadas. Yoshinori tenía ese comportamiento posesivo antes, pero a medida que pasaba el tiempo, se convertía en lo que es hoy en día; un hombre celoso, impulsivo, insensible, manipulador, y la lista podría seguir para rato. Lo más feo era que JungHwan lo aceptaba, aceptaba cada uno de los defectos y cosas negativas porque estaba enamorado hasta los huesos de ese hombre. Pero no era sano, sus seres queridos que veían de afuera estaban preocupados.

Hubo una ocasión que JungHwan jamás va a olvidar de la vergüenza que pasó ese día. Asistieron a una cena familiar en la casa del menor, eran todos parientes, So pensó que nada raro pasaría por la mente de su novio si le daba un abrazo a su primo y lo ayudaba a servir la comida. Algo totalmente cotidiano y normal que tranquilamente podría hacer cualquier persona, pero no, Yoshinori le hizo un escándalo alegando que el primo lo veía con otros ojos, le dijo enfrente de todos que seguro era un pervertido y que estaba enfermo. No tenía sentido para nada, So se enojó con él todo el día, pelearon saliendo de la casa y se reconciliaron en la noche.

❝ 𝚃𝚑𝚎 𝙳𝚊𝚛𝚔 𝙾𝚏 𝚈𝚘𝚞𝚛 𝙴𝚢𝚎𝚜 ❞  ꙳⭒ 𝐘𝐨𝐬𝐡𝐢𝐇𝐰𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora