Le había golpeado, incluso volvió a empujarlo contra el muro para que dejará de verse tan intimidante. Siendo peor el efecto conseguido. San gruñó ya algo enfadado, maldijo al ser empujado por segunda vez y aunque trataba de ser tranquilo como siempre, sus niveles de testosterona elevados le hicieron devolver el golpe a Jung con un empujón que lo dejó arrimado al borde de la cama. Allí sucedió algo interesante, Wooyoung con el golpe sintió en su cerebro activarse una función que encendió en llamas su excitación, respirando agitado al tocarse contra el borde áspero del colchón, comenzando a frotarse en él, gimiendo al mismo tiempo que se mordía los labios húmedos.
Incómodo o no, era motivo para el más alto que bajándose el pantalón también comenzó a masturbarse viendo de espaldas al azabache, ese cuerpo pequeño y lánguido a diferencia del suyo, su cabello recortado de ese modo lo hacía parecer una tomboy en vez de chico completamente, si no fuese porque era muy plano en los pechos y le colgaba un pene, posiblemente sería su tipo. De todos modos le servía para la urgencia, en sus pensamientos no lo tocaba pero fantaseaba lujuriosamente por concretarlo.
Este segundo día se estaba tornando extraño, sobretodo porque al perder la conciencia muy temprano se despertó viendo su semen sobre la camiseta a cuadros que Jung vestía, algunos restos sobre parte de su mandíbula le hacían preguntarse como diablos llegó allí. Se negó a seguir haciendo hipótesis para limpiarle y no despertarlo, acariciando sus labios accidentalmente. Eso sí era curioso.
Wooyoung horas después al dirigirse a la ducha notó más pañuelos sucios de los que usaron ayer, no era como que sorprendente pero si sería sospechoso, concluía ya no dejarlo entrar otra vez. Así sucedió, dos días pasaron en los que despertaba apegado a la puerta como si allí el ciclo de calentura lo agarrara a más no soltar, sus fantasías no paraban, sólo evolucionaban en todas chicas hermosas y pálidas, grandes cuerpos que terminaban por tener una voz gruesa y le despertaban antes de intentar cogérselo, aumentando los nervios que ya tenía.—Estoy harto de esto, aumentaron las dosis —se quejaba Taeyong, el tercer deportista entre ellos, tirándose sobre los pastos del pequeño patio.—Me volveré un desquiciado si no obtengo un buen rollo inmediatamente cuando salga de este lugar —y sí, el dinero que él ganaría era para llevar de viaje a su novia sin afectar el dinero de pensión que le otorgaban sus padres mes a mes.
Al menos eso comentó cuando se unió al pequeño grupo de plática, también a ellos estaba por hacerlo San pero más que todo se hizo cercano de Sehun por lo mucho en común descubierto.
Las raciones de comida aumentaron por el desgaste físico que hacían diariamente, ese día al almuerzo Wooyoung pensó mucho en que la compañía no le hacía ningún mal y aunque San tenía un nuevo amigo, quizá no había la suficiente confianza para compartir sus habitaciones. Estúpido o no, esa noche de sábado dejó la puerta entreabierta al tomarse la dosis doble que fue preindicada desde el día anterior.
—Wooyoung… ¿Estás aquí? —a su puerta como lo esperaba llegó el alto, viéndose recibido traía en una bolsa una caja de soya casi perdida cuando los seguro se activaron inmediatamente tocadas las ocho.
—¿qué es eso? —recibió la respuesta de un atolondrado Jung, sus labios ligeramente más hinchados veían a San completamente despierto pues él no tomaba el medicamento aún.
Exactamente por eso es que se atrevió a volver tras ser rechazado antes, escuchó del último deportista que logró deducir la composición del medicamento y este se podía combatir o aliviar medianamente si se bebía antes un poco de soya.—Es para reducir el malestar de cuerpo… —no pudo terminar porque Jung se tiró encima suyo por la cajita de leche, lloriqueando su urgente necesidad por ella, consiguiendo derramarla encima de los dos y dando un sorbo que no sirvió por la dominante consecuencia ya.
Maldijo, —¡diablos! Esto no funcionará si ya tomaste las pastillas, tonto, estoy mojado ahora.
San no ocultaba su enojo quitándoselo de encima para tomar la botella con agua y el medicamento, oyéndolo lamentarse varias veces pero no prestándole atención porque su hora para la dosis ya pasaba. Una vez tomadas recogió a Wooyoung del suelo para acostarlo sobre el colchón, extendiendo su cuerpo como él solo lo haría, luego se vio y la mancha de humedad se extendía por todo su abdomen y pantalones.
—Wooyoung, vas a devolverme esto con creces, arruinaste mi ropa y tendré que quedarme todo pegajoso hasta la mañana. Te odio… —susurró acostándose de una vez y paralelo al colchón.
El mencionado no se hizo esperar, moviéndose de donde tenía metida la cabeza terminó sobre las piernas ajenas, lamiendo el manchado por la soja, como si con ello recogiera aquellos desechos y limpiará pronunciando más su escurridiza lengua sobre la entrepierna despierta de San que inmediatamente tiró a coger sus cabellos para retirarlo, si se sorprendió al inicio pero eso no estaba bien. No lo permitiría, sus sentidos incluso excitados debían decirle no.
Imposible, Jung manoteo quitando las manos del deportista para abrir su cremallera y bajarle parte de la ropa, cuando el otro quiso forcejear solo provocó a su miembro para saltar totalmente erecto golpeando la mejilla del menor, quien no dudó un minuto antes de meterla a su boca a succionar torpemente, jugando impaciente al reaccionar predecible de Choi que mantuvo las manos en su cabello y dejó de intentar retirarlo, esa extraña experiencia le evitaba padecer. ¿Por qué no usarlo? Eran dudas que sobrevenían a su mente, cerrando los ojos pues si los abría se encontraba con la ansiosa mirada voraz del contrario que osaba provocarle un cosquilleo irregular en el vientre, sus labios alrededor de la húmeda piel creando ruiditos obscenos ante esta chocar en su garganta, en lo profundo de ella.
—¡Carajo, Wooyoung! Eres muy malo en esto —rescató en un fuerte gemido tras eyacular dentro de su boca y verle tragar, gimoteando aún como gata en celo que retorcía sobre las sábanas e incluso tuvo la desfachatez de subirse encima y frotarse con su pierna.
Lo dejó, cayéndose prácticamente en silencio sobre las almohadas. Horas pasaron y un desazón concretamente sabido perseguía el impulso a San, sacándolo del habitación temprano para no volver a hablar con Wooyoung hasta una noche después, dejándolo ignorante e indiferente sobre cuanto pudo y no pasó entre ellos.
Un sueño o realidad, entre los desquiciados delirios del menor viajaban memorias entrecortadas que iban y venían, debía o no tomarles importancia, era lo de menos frente al raro sonido que se escuchaba tras los muros a interior del recinto continuo, Jung decidió sumergirse en una investigación prolongada de ese asunto para olvidar sus alucinaciones homosexuales.
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𝗘𝘅𝗽𝗲𝗿𝗶𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗮𝗹𝗼𝗿
RandomAlgunos días, chicos heterosexuales y un medicamento desconocido. ¡vaya receta de caos! 𐆑͎𖠖 𐬢 San/top + Wooyoung/bottom 𐆑͎𖠖 𐬢 Historia corta. 𐆑͎𖠖 𐬢 Mención de otros grupos y ships. 𐆑͎𖠖 𐬢 Adaptaciones solo con permiso previo 𝐖𝐨𝐨�...