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Descubriría que era posible suprimir la hora del sueño largo, nadie supervisaba fuese bien administrada esa dosis entonces la evitó para sentirse más cansado a la hora en que debía ir a su habitación encontrándose con San en ella, no era siquiera incómodo y lo quiso hacer de largo hasta tomarse las pastillas para acostarse, pero él lo tomó del cuello de la camiseta y debido a la diferente contextura no hubo manera de detener sus labios juntándose, chocando hasta abrirle la cavidad y Choi le pasará su dosis, empujándolas con su lengua en la garganta del ajeno. Por poco ahogándolo y provocando un fuerte sentido de desorientación a Wooyoung que rápidamente lo empujó contra el pequeño ropero blanco, siendo este tal que también se dio de espaldas al colchón.

—¿Qué te sucede? —le preguntó Wooyoung más que enfadado, quitándose la saliva sobre sus labios, luchaba a la par con los síntomas del medicamento porque no quería flaquear con ellos, sus piernas ya temblaban haciéndolo.

San tardó en levantarse, pues el golpe dio en su baja espalda y dolió mucho e inclusive se quedó sin aire unos pocos minutos. Volvió a acercarse a Jung sabiéndolo más caliente y con poca voluntad, pero no para atacarlo sino simplemente sentarse a su lado, esperando.

—Es la única forma en que podemos aliviar este calor… hace dos días tú hiciste algo conmigo y mi cuerpo respondió, déjame hacer lo mismo por el tuyo —su hablar calmado era debido al líquido que consumió antes de la droga como Doyoung, el último jugador de voleibol, dijo la soja disminuía notoriamente los síntomas.

Pero eso Wooyoung no llegó a saberlo. Él actuaba aún tal cual un cachorro en su primer celo, muy dócil y con pronta necesidad. Sin meditar demasiado las lagunas de conocimiento que golpeaba su psiquis, simplemente se subió a horcajadas en las piernas del mayor rodeándole el cuello para elevarse, besando sus labios lenta y tímidamente, a diferencia de Choi que hundió sus dedos en la cadera ajena para ayudarla a moverse en círculos sobre su entrepierna, de adelante hacia atrás causando fricción también con la erección. Es demás que si era raro para San no se sentía desagradable.

—Abre la boca —ordenó al azabache que obedeció, sus párpados caídos suavemente daban un toque especial a la expresión marcada que San no dudó en volver y besarla, metiéndole la lengua, mordiendo sus labios en el trance.

Wooyoung correspondía consiguiendo el primer orgasmo con un gemido agudo y alto, sorprendiéndose a sí incluso, mojando la playera ajena y percibiendo como él manchaba sus pantalones en el trasero causándole sonrojo, extrañeza tremenda al ser girado, ver a San quitarse la camiseta con sus pantalones traían a consecuencia un nerviosismo vehemente tan vivido que juraba estaba haciéndolo desear tenerlo pero a la vez una rotunda negativa se hacía la dura tratando de cerrar las piernas pero al estar en cada lado de San sólo lograron que se viera más necesitado apegándolo hasta sentir una nueva erección moliéndose y prometiendo romperlo. 

Entonces llevó las manos al pecho del contrario para detenerlo y empujarle, siendo imposible por los firmes agarres que esté tenía en su cuerpo, acariciando sus labios con los dedos, bajando a ambos pechos para lamer el pezón sobre la pijama, evidentemente funcionaba y tenía a Wooyoung reaccionando como una dulce corriente en su intimidad vulnerable, goteante bajo la ropa interior. No sabía que eso podría gustarle, los pechos eran cosa de chicas ese escalofrío en su columna al ser mordido y estimulado con los dedos también, arrancaron a su garganta más gemidos irreconocibles y vergonzosos.

—No hagas eso… —dijo Wooyoung levantando la cintura, juntando las caderas de ambos para evitarlo sin conseguir más que efectos contrarios, inútil cuando las manos ajenas sacaron su última prenda inferior y expuesto su trasero los temores aumentaron enormemente. Pronto a ellos se unió el sonido de los seguros colocándose en las puertas indicando las ocho de la noche. Para buena o mala suerte suya aún es temprano y queda una jornada larga por delante. 

𝗘𝘅𝗽𝗲𝗿𝗶𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗮𝗹𝗼𝗿 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora