Lee Felix: Secuestrador ~Chanlix~

Capítulo 3

Christopher

Era mi día libre. Había planeado pasarlo con mis hijos, pero debido a los recientes acontecimientos, tendría que entrevistar niñeras todo el día. Yo no comprendía muy bien el problema. Mis hijos estaban relativamente bien cuidados, Yeji era un poco tímida con los extraños, pero generalmente era una dulzura. Soobin era un poco más difícil. Él era muy protector conmigo y con Yeji, por lo que no le agradaba mucho que cualquier otra persona formara parte de nuestra familia. Las únicas niñeras que aprobaba eran lo suficientemente mayores como para ser su abuela, o en todo caso que fueran chicos.

Decidí que ambos podían ayudarme a escoger su siguiente niñera. Tal vez de esa manera Soobin no haría que se fueran tan rápido. Dejarlos con una novia ya no era una opción. No podía creer que estuviera tan ciego sobre Mina. Debí haber confiado en Jeongin cuando dijo que era una perra, pero yo lo atribuí a las hormonas del embarazo.

Estaba de pie en la cocina lavando los platos del almuerzo, cuando mi teléfono sonó. Sonreí cuando vi el identificador de llamadas. Felix. Esto iba a ser interesante.

—¿Hola? —Respondí con suavidad.

—¿Christopher?

No era Felix —¿Leo? ¿Qué va mal? —Parecía asustado.

—Estábamos construyendo la casa del árbol. Él me dijo que no jugara con la pistola, pero no hice caso. Se veía tan genial. Yo no tenía intención de dispararle. Papá no es tan bueno con la sangre. Él se desmayó. No sé qué hacer. Bajé la pistola de clavos, pero yo...

—Cálmate amigo. Estoy en mi camino—Pobre chico. Para ser honestos, yo también estaba un poco preocupado. La locura del hombre estaba empezando a afectarme—¡Soobin! ¡Yeji! ¡Pónganse los zapatos; tenemos que salir!

Oyendo la urgencia en mi voz llegaron corriendo—¿Qué pasa, papá? —Soobin preguntó.

—Felix tuvo un pequeño accidente, así que vamos a ayudarlo—Agarré mis llaves. —Vámonos

Soobin le puso el cinturón a Yeji cuando salimos del garaje —Papá, ¿Felix va a estar bien?

—Estoy seguro de que así será— Gracias a mis años en la construcción, mi propio padre me enseñó los cuidados para este tipo de lesiones. Afirmó que, con Hyunjin en el equipo, necesitaríamos estar preparados para cualquier cosa.

Cuando me detuve donde Felix, Leo corrió hasta el coche a mi encuentro. Tenía lágrimas en los ojos —Él no ha despertado. Tengo miedo. No era mi intención hacerle daño.

Tomé el kit de primeros auxilios de la camioneta antes de arrodillarme delante de él y ponerle una mano en el hombro. —Voy a cuidar de Felix. Te prometo que estará bien—Él asintió con la cabeza, pero seguía preocupado—¿Podrías hacerme un favor y llevar a Soobin y a Yeji a tu habitación? A Yeji tampoco le gusta la sangre.

—D-de acuerdo —asintió con la cabeza. Sonrió tristemente a mis hijos y les indicó que lo siguieran. Escuché que Soobin le decía que estaría bien, que yo arreglaría todo.

Encontré a Felix tirado en el suelo de la cocina. Por suerte llevaba un casco blanco, así que él no podría haberse hecho mucho daño cuando se cayó. Hice una mueca al ver la sangre en el muslo. Sabía que eso debía doler, él ya había sacado el clavo. Por lo menos no había estado utilizando los clavos grandes. Rápidamente agarré un trapo frío y comencé a secarle la cara y el cuello. Necesitaba tenerlo despierto, y entonces me fijaría en su herida.

Después de un par de minutos, parpadeó abriendo los ojos. Eran de un llamativo color miel. —Buenos días, sol—sonreí, bromeando.

—Agh—se quejó cuando se dio cuenta que era yo—Dispárame ahora.