Capítulo 21

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Christopher

¿Qué tan difícil puede ser hablar con el padre de tu chico? Era un hombre adulto queriendo casarse con el amor de su vida, no algún adolescente nervioso tratando de tener suerte en la noche de graduación. Estuve paseándome de un lado a otro en frente de la casa donde Felix pasó su adolescencia, tratando de llevarme a tocar la puerta. Thomas y yo habíamos empezado en buen plan, si recordaba bien. De cualquier forma, había un pequeño atisbo de duda de que él no me diera su bendición; esa de que él pensara que no soy suficientemente bueno para su familia.

—¡Bang! —Su voz me hizo saltar. No lo escuché venir hacia afuera. —Vas a hacer un hoyo en mi recibidor. Trae para acá tu trasero.

Aclaré mi garganta nerviosamente. —Es bueno verle de nuevo, Thomas. —Todavía estaba en uniforme; eso significaba que tenía acceso fácil al arma. Sabía que no iba a matarme. Era un hombre con hijos. De todas formas, un disparo en la pierna o algo así no sonaba como algo que tampoco quisiera experimentar. Tomé aire y lo seguí hacia dentro, cerrando la puerta detrás de mí.

Me indicó que me sentara en el sofá. —¿Cómo están los niños? —preguntó educadamente.

—Están genial—contesté. —Los chicos se las han arreglado para mantenerse fuera de los problemas la mayor parte del tiempo. Leo no tuvo problema para adaptarse a una nueva escuela. Creo que estar en la misma clase que Soobin le ayudó, y Yeji hizo un montón de amiguitos en preescolar. Estoy seguro de que mi casa estará a reventar de niñas de tres y cuatro años en poco tiempo.

Thomas soltó risitas, pero no me relajaron. —¿Te gustaría algo de beber? —preguntó.

—Estoy bien, gracias—contesté. De todas formas, creo que me lo echaría encima.

—Entonces vayamos al grano—dijo Thomas, inclinándose hacia delante en su silla. —No manejaste dos horas de camino solo para decir hola.

Mierda. —No, señor—contesté educadamente. —Estoy aquí para pedirle su bendición.

—¿Para qué? —preguntó, pesar de que ambos éramos conscientes de que él sabía la respuesta.

—Espero casarme con Felix y ser un padre para Leo—contesté. —Ellos ya son parte de mi familia. Quiero hacerlo oficial.

El hombre me miró de arriba a abajo, y el cuarto se llenó de un silencio tenso. Finalmente, tomó el control remoto y encendió la televisión. Estaba confundido. ¿De verdad iba a ver un juego en un momento como este? Entonces, tomó un control remoto que estaba aparte. Sin decir palabra, encendió una película casera.

—Sunmi, probablemente ahora no sea un buen momento. —dijo Thomas tensamente.

—Mi bebé está teniendo un bebé. ¿Crees que voy a perderme esto? —respondió Sunmi desde atrás de la cámara. Un Felix adolescente estaba apretando sus dientes y tomando respiraciones profundas a través de su nariz. Se veía como si estuviera listo para matar a alguien y se sostenía de las barras de la cama de hospital. —¡Sonríe, cielo!

Felix miró mal a la cámara. —Mamá—gruñó.

Sunmi retrocedió. —Me moveré fuera del camino—dijo. Hizo eso, pero mantuvo la cámara hacia Felix mientras Thomas llegaba a su lado.

—Papá. —Felix se veía en pánico ahora. —Papi, no puedo hacer esto. No puedo tener un niño. Lo echaré a perder. Soy demasiado joven y demasiado estúpido para ser un papá.

—Felix. —Thomas se las arregló para aflojar una de sus manos y la sostuvo. —Yo era demasiado joven y demasiado estúpido para ser un papá, pero mira lo bien que resultaste.

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