Lee Felix: Secuestrador ~Chanlix~

Capítulo 4

Felix

— ¡Corre más rápido! —Gritó Leo.

Amo a ese niño, pero estaba listo para matarlo. Gracias a él, estaba fuera de la cama antes del mediodía para trotar por la mañana alrededor de la cuadra. Seo Changbin estaba corriendo a mi lado con una soga amarrada alrededor de su cintura. Agarrado del final de la cuerda estaba mi hijo en sus patines.

—Vamos, Lix —Dijo Binnie, sintiendo el inminente asesinato de mi hijo. —Piensa en esto como práctica, en caso de que necesites huir de la policía.

¿No podía dejar eso? —Los odio.

Él rio, —Sé que eso no es cierto. He escuchado todo sobre tú y cierto Bang. —Tropecé. —Woah. — Agarró mi brazo y continuó corriendo. — ¿Te has enamorado de él ya?

—No me estoy enamorando de Bang Christopher. Es sólo que disfruto ser malo con él y él se lo toma bien.

—Sigue diciéndote eso, cariño. —Quería estamparlo contra el pavimento, pero él es un tipo bastante grande. Probablemente terminaría haciéndome daño a mí mismo.

— ¡Más rápido! —Leo gritó de nuevo. A Changbin parecía no importarle, pero yo estaba a punto de matarlo. Sin embargo, me encontré a mí mismo corriendo más rápido a su lado. Las cosas que haces por tus hijos.

Para cuando llegamos a nuestras casas, yo estaba listo para colapsar. Me incliné y puse mis manos en mis rodillas. Jadeaba y estaba a punto de caer cuando escuché una voz familiar. — ¡Felix! —Miré hacia arriba para ver a Soobin correr hacia mí.

—Hey, chico. ¿Qué haces aquí? —Pregunté una vez que recuperé el aliento.
Él arrugó su nariz. —Yeji y yo estamos en casa de Chaeyoung. Hoy ella es nuestra niñera.

Oh, maldición, no.

— ¡Hey, Soobin! —Leo patinó hacia nosotros. —Deberías de venir a mi casa. Papá me compró un casco nuevo, así que voy a practicar corriendo hacia las cosas con él para asegurarme de que sirva.

Debería de haber puesto un alto a sus planes enseguida, pero estaba demasiado distraído. ¿Qué demonios estaba pensando Christopher al dejar a sus hijos con esa mujer? Le advertí que los secuestraría de nuevo si era necesario. Bueno... ahora mismo parecía necesario. —Changbin, ¿Te quedarías con Leo por un minuto? Ahora vuelvo.

Binnie terminó de tomar una botella de agua. —Claro. —Él tiró de la cuerda, jalando a mi risueño hijo hacia él.

—Vamos, Soobin. —Tomé su mano y me dirigí hacia casa de Chaeyoung. Cuando llegamos ahí, Chaeyoung estaba tratando de pintar las pequeñas uñas de Yeji, pero ella no estaba cooperando.

—Cariño, tienes que quedarte quieta. —Dijo Chaeyoung pacientemente.

—No puedo—. Respondió Yeji, botando un poco. Toqué en el marco de la puerta para obtener su atención. — ¡Felix! —Yeji corrió hacia mí y envolvió sus brazos alrededor de mis piernas, así que sonreí y froté su espalda.

Chaeyoung dejó salir un pequeño resoplido y se paró. —Buenos días, Felix. ¿Qué te trae por aquí?

—Oh, sólo estaba corriendo con Leo y Binnie cuando vimos a Soobin. Los chicos esperaban jugar juntos y no querían dejar a Yeji fuera, así que he venido para preguntarte si ellos pueden venir y jugar. —Iba a sacarlos de ahí no importaba lo que ella dijera, pero estaba tratando la ruta educada, primero.

—Me temo que no—dijo Chaeyoung. —Yeji y yo estamos divirtiéndonos mucho. ¿Por qué no sólo traes a Leo acá? Puedo vigilarlos a los tres. —Ella me sonrió. Perra.