Nuevo Aquí

1.9K 189 22
                                    

➢ Una morena de lentes rectangulares y ojos ámbar acomodaba los mostradores de su local con bastante tranquilidad, escuchando los murmullos detrás de ella de parte de sus clientes y el olor del pan recién hecho que inundaba su olfato.

Ese día estaba particularmente vacía su repostería, así que no tenía que preocuparse por estar todo el tiempo en la caja para tomar las órdenes de sus clientes y tan solo disfrutó de esa tranquilidad que no siempre tenía la suerte de gozar.

Una vez que terminó de acomodar todo el pan recién hecho, escuchó como la puerta de madera se abría y sonaba la campana, dando a entender que alguien más había entrado. Al girar la mirada hacia la puerta, observó a un joven que parecía ser de su misma edad, cabello castaño, lentes y muy, muy alto.

Con agilidad, la de piel morena entró a la caja y se puso frente a él, ganando totalmente su atención.

—¡Buenos días! ¿En qué le puedo servir, joven? —preguntó amablemente la castaña, son una ligera sonrisa y luciendo sus lindos hoyuelos—

—Sí, eh... Para serte sincero, nunca he estado aquí ¿p-podrías darme una recomendación? —preguntó un poco nervioso el más alto, mirando a la de lentes y al menú en bucle, acomodándose ligeramente el cabello—

—¡Claro que sí! Los roles de canela y el café de moka son la especialidad de la casa —respondió con un tono tranquilo, logrando que el castaño se relajara ligeramente—

—Entonces dame esos, por favor.

—¡Claro! ¿A nombre de quién va a estar la orden?

—Aldo, por favor. 

La mujer de inmediato se puso a trabajar en la orden del nuevo, mientras que él sacó su celular y se fue hacia una mesa cerca de la ventana a esperar su orden. Al cabo de unos minutos, la joven le llamó para recoger su pedido y este le agradeció, pagándole el café y los roles.

———————

Una vez que el día terminó y pudo llegar a su casa sana y salva, la morena empezó a regar sus plantas cuidadosamente y con tranquilidad, escuchando los lejanos sonidos de los autos pasando y algunos grillos que habían en su jardín, observando algunas luciérnagas que salían del basto pasto que adornaba toda su propiedad.

Tranquilamente, sacó su celular algo quebrado y abrió Twitter, tomando una foto del pequeño huerto de frutos rojos que recientemente había plantado para probarlos en su repostería, notando que iban bastante bien a su parecer.

No era por presumir, pero estaba segura de que era la mejor con las plantas y los huertos.

Abriendo las notificaciones que le habían llegado en todo el día (ya que como buena ciudadana responsable y que paga impuestos, solo utilizaba su celular en las noches, porque era el único tiempo libre que tenía), respondió algunos comentarios que recibió y otros pocos mensajes directos, notando que la habían etiquetado en una publicación de alguien que al parecer era famoso, ya que el círculo azul al lado del nombre de usuario decía bastante.

- Me veo muy normalito y todo, pero por dentro mi cerebro está teniendo un orgasmo por tan magnífico sabor. Gracias por la recomendación, @ChonchitaDeCanelA_ -

La castaña parpadeó un par de veces y observó al chico de la foto, recordando que era el chico nuevo que le pidió una recomendación.

Sonriendo, empezó a escribir un agradecimiento por ser tan amable, estando feliz de que le haya gustado.

- Me alegra mucho que te haya gustado, chico nuevo, espero que vuelvas pronto :) -

Guardando su teléfono, respiró hondo y volvió a entrar a su casa, teniendo una pequeña sonrisa plasmada en su labios.

Hoy fue un lindo día.


































Siento que esta introducción sea bastante corta, pero mi cerebro se quedó en blanco y no pude hacer más que esto.

En fin, espero que sea de su agrado la historia, denme ideas para los siguientes capítulos, por favor 👁️👁️

❝ Canela ❞   • Osvaldo x Rader •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora