❝ Canela ❞ • Osvaldo x Rader •

De nuevo

- This girl, she had to be an angel sent from heaven just for me -

➢ La morena terminaba de lavar la ropa que utilizó a lo largo de toda la semana cuando se pudo despegar de su lavadero de granito color rosa que estaba en el techo de su casa, estando mojada del estomago y pecho por lavar a mano, obligandola a ponerse una pijama para no estar incomoda por la sensación.

Cuando terminaba de secarse el cabello, le llegó un mensaje de parte de un amigo al cual no había tenido oportunidad de saludar en un tiempo a causa del trabajo de ambos.

- mi chingona, quién crees que irá de nuevo PERSONALMENTE a visitarte? 😎 -

- Hola mi chingon -
- No sé, por qué no me das una pista? -

- es la luz de tus ojos 👀 -

- Va a venir a visitarme Pedro Fernández? 😍 -

- 🖕 -

- Que delicado me saliste -
- Dejando de lado eso, cuando vienes !!-

- esta misma noche partiré para llegar mañana como a medio día -
- ya no tendrás que extrañar a este papucho 😘 -

La morena rió con gracia después de leer los mensajes de su casi hermano, recostandose en su cama con las piernas colgando en el borde.

Pero antes de que terminara de escribir, le llegó un mensaje de parte de Osvaldo, el cual no esperaba por la hora.

- Hola Conchita -

Inconscientemente, sonrió.

- Hola Valdo ☻ -

Osvaldo gritó de emoción. Tal como una colegiala enamorada en plena secundaria. Una vez que se calmó, empezó a escribir de nuevo

- Oye, perdón por la hora, sólo quería preguntar a qué hora cerrabas -
- es que ayer llegué en la noche y me quedé sin café :( -

- Ntp, aún no me había dormido -
- y normalmente cierro a eso de las nueve de la noche y abro a las seis, pero los sábados abro a las siete y cierro a las cuatro. Aunque no abro los domingos 👍🏼 -

- con razón -
- yo llegué ayer a las 5 y se me hizo raro verla cerrada -

Negando ligeramente con diversión, la morena empezó a platicar con el chico de lentes durante varias horas, quedándose dormida antes de siquiera mandar un último mensaje de despedida.

...

A la mañana siguiente, la morena se levantó con el celular pegado a su mejilla y con un hilo de saliva que manchaba la pantalla de su teléfono y sábanas.

—No ma, 'ora sí se me quedaron pegadas las sábanas... —suspiró soñolienta la de lentes, frotando sus ojos y permitiendole observar su alrededor con más calma—

Quería llorar al ver que apenas estaba amaneciendo.

—Pinche reloj interno que nunca me deja dormir hasta tarde...

Con desgano, empezó a arreglarse para su día  y se desayunó un huevo con jamón y café, dejando el ambiente de su casa un poco más cálido y acogedor. Después de desayunar, se fue a arreglar el cuarto en el que su amigo se quedaría durante el tiempo que pensaba quedarse, estornudando y tosiendo un poco por el polvo que los muebles habían acumulado conforme pasaban los años. Al terminar con la habitación, decidió ir por la despensa de su hogar al notar que lo unico que tenía para ofrecerle a su amigo era un limón seco, lechuga, mantequilla y pan con mermelada.

Rápidamente, escribió una lista de las cosas que compraría y tomo lo esencial para ir al Soriana más cercano que tenía, saliendo de su casa irradiando tranquilidad.