Es la silla en la que sentarme me pone incómodo, y aún así decido descansar en ella fingiendo gusto.Es el humor que no me agrada, pero aún así comparto riéndome a carcajadas.
Es con quien menos me gustaría entablar una conversación, pero me veo obligado a estar a su lado chupando sus medias.
Es quien deseo, luego de perderlo, pero ya es una fruta prohibida.
Es quien quiero probar, pero tengo miedo a ser despojado de mi paraíso actual y las ventajas que me da.
Soy yo, quien no hace más que cometer el mismo error, y no hace nada para resolverlo. Quien acepta de frente y niega en secreto, acurrucado en silencio bajo una sombra de un árbol seco y carente de hojas en las ramas.
-Lucas Ayala