Y la verdad... Te extraño, pero también extraño la parte de mi que se fue contigo, la parte de mi alma que aún sin importar que tan difíciles fueran las cosas estaba en el campo de batalla lista para pelear y enfrentar a cualquier monstruo o problema con tal de poder permanecer a tu lado, esa parte que no he podido encontrar desde el día que el "adiós" salió de nuestros fríos y secos labios...
Pero creo que empiezo a extrañarte un poco menos en cada mañana que tengo que pasar sin despertar a tu lado y en cada noche que me voy a dormir sin tus besos o tus brazos sobre mi cuerpo, en cada camino que tránsito en soledad, cada atardecer sin tu hombro para verlo y en cada vez que he llamado tu nombre y siento como se pierde en el olvido y la inmensidad de la distanció, con cada latido de mi corazón que no siente el tuyo latiendo en la misma sintonía como alguna vez lo hicieron...
He empezado aún con el alma rota y el corazón en un lejano vacío empezar a aceptar que tus latidos ya no me pertenecen, que ahora tus noches y sueños serán velados por otro amor y que cada atardecer lleno de sueños los compartirlas con alguien mas, alguien que logre que tu alma brille de gozo y que haga que tu corazón baile de alegría así como alguna vez lo hicieron conmigo...
Por eso espero de todo corazón que este "adiós" y los retazos de este amor viajen por la inmensidad del universo y te acaricien como una brisa fresca en una hermosa y calurosa tarde provocado un sonrisa en tu rostro y una gran paz en tu corazón...