Pasaron unos cuantos días, a los hermanos no les quedaba duda que fue buena idea mudarse juntos, la mayor lo sentía casi igual a esas épocas donde su hermano tenía apenas diez años, cuanta nostalgia.
Era viernes otra vez, el cielo estaba nublado y se acercaba una fuerte lluvia, por suerte Víctor llegó de un ajetreado día en la universidad, mentiría si dijera que no seguía estresado, antes de que las primeras gotas cayeran. Al llegar a casa saludo a Julieta y como siempre subió a su habitación.
Se dejó caer a la cama, cayendo en total relajación al sentir lo suave de sus sábanas, amenazando con caer en brazos de Morfeo, si que estaba cansado pero los abrió completamente al escuchar la puerta de abajo abrirse y la voz de Julieta hablando con un desconocido.
Con la somnolencia presente salió de su cuarto, bajo las escaleras lentamente, a veces adelantando su cabeza en busca de la imagen de aquel desconocido sin exito alguno. Decidió bajar después de divagar sus pasos intentando ver por un corto rato, encontrándose con su hermana y ese tipo charlando en el sofá.
—¡Vik! Estaba apunto de llamarte —dijo alegre Julieta, levantándose en un brinco —El es Romeo... Mi novio —dicho esto Romeo se levanto, con iniciativa se acercó a el menor.
—Es un gusto conocerte Victor, Juli me habló mucho de ti —el rubio quedo hecho piedra al escuchar la hermosa voz del chico.
—Romeo... —dijo inconsientemente, el tiempo que debió usar para contestar estuvo concentrado en el rostro del al parecer mayor.
El rubio se puso a analizar su rostro, como si fuera un bebé intentando procesar las facciones de alguien nuevo; su rostro delgado, nariz romana y esos labios finos, todo era simplemente perfecto. En especial esos penetrantes ojos esmeralda y su casi lacio cabello castaño.
—¿Victor, estas bien...? —pregunto Romeo algo extrañado, chasqueando sus dedos al frente de el antes mencionado.
Dios, al menor le encantó como esa voz ronca pronunciaba su nombre.
—¿Ah? Si si, es un gusto conocerte también —logró salir de su trance con el chasquido, intentando actuar normal solo pasó desapercibido con su hermana, en cambio Romeo podía notar su nerviosismo.
—Si tu lo dices... —un silencio se presentó en toda la casa, uno muy incómodo.
—Este... Nuestra noche de películas empezará pronto ¿Te unes? —habló Julieta después de unos minutos, rompiendo ese incómodo silencio.
—No creo ¿No prefieren pasar un rato a solas?
—No nos vendría mal tu compañia —insistió Romeo con una sonrisa.
La sonrisa más bella que el menor había visto en toda su vida.
—Vamos a empezar con "Una Mujer Sin Filtro". Anda, di que si —siguió Julieta.
—Esta bien, con esa película no tengo como negarme —rendido, el chico soltó un pesado suspiro.
—¡Bien! —la rubia saltó de emoción —Me pone tan feliz tener a mis dos chicos juntos —dijo y abrazó a ambos, con una sonrisa de oreja a oreja.
El hazel en los ojos de Víctor conectaron con los esmeralda de Romeo, el mayor se veía hermoso a los ojos de el rubio. No tenía planeado sentirse así por el novio de su hermana, quería decirle lo bien que se veía pero pensó que se vería como un estúpido.
La noche avanzó con tranquilidad después de separarse y servir los snacks que el mayor llevó para comerlos mientras veían las películas. Romeo solía dirigir su mirada hacia el rubio para analizar su rostro, tal como el lo hizo al verlo.
Esos rellenos labios de un tono rosado lo tenían cautivado, al igual que sus ojos hazel y su al parecer suave cabello. Sentía un poco de culpa ya que lo veía de esa manera mientras acariciaba el cabello de su novia que estaba claramente distraída.
Volvieron a cruzar miradas, podrían jurar que fue en cámara lenta, el corazón de Victor latía con fuerza bombeando la sangre que subió a sus mejillas, provocando un claro sonrojo.
Romeo soltó una carcajada por esa reacción, dejando ver sus alineados dientes, que contagió completamente al menor haciendo que también sonría.
No cabe duda que Romeo y Víctor serían buenos amigos, talvez hasta más que eso...
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When I Kissed Your Boyfriend
RomanceRomeo y Julieta, se llamaban justo como aquella tragedia del dramaturgo inglés William Shakespeare. A los ojos de todos sus conocidos eran una pareja envidiable, tan cariñosos con el otro ¿Porque no siguieron con su bonita relación?, se preguntaban...