Me enseñé a amarme a mi misma, me enseñé a querer cada parte de mi cuerpo, a aceptar mi rostro, a abrazar mis heridas.
Ya dejé el vicio de ponerme triste por no gustarme. Hoy en día me reconozco, me quiero, esta soy yo y no pienso cambiar para gustarle a alguien más.
Si no me quiero a mi misma quien lo hará.